A muchos aficionados al motor les apasiona la idea de mejorar el rendimiento de su vehículo. Muchos tratan de mejorar el rendimiento del motor, con piezas o con reprogramaciones, pero la mayoría olvidan una de las bases más importantes de la automoción si ansiamos dicha finalidad: que el coche frene mejor.
El aumento de potencia tiene que ir acompañado de una mejora en los frenos y en la estabilidad del coche. Esto es así tanto si es para circuito como para calle. ¿No has oído aquello de que «la potencia sin control no sirve para nada»? Si alguna vez te has hecho la pregunta de cómo se pueden mejorar los frenos del coche o has notado que el coche ha dejado de frenar bien, siéntate y toma nota.
1Que tu coche frene mejor depende de esto
Empezamos repasando la teoría. El conjunto de frenos de un coche incorpora: bomba de freno, líquido de frenos, latiguillos de freno, discos de frenado, pinzas y pastillas de freno. La mayoría de coches, incluso en versiones más deportivas, montan un equipo de frenado homologado que es más que suficiente para un uso de calle, pero no para un uso de circuito.
Las altas temperaturas a las que están sometidas las pastillas, discos y líquidos de freno durante unas simples tandas o, sobre todo, en conducción deportiva requieren que los frenos del coche se deban mejorar. Es una preocupación creciente en muchos conductores que sobrepasan esta línea común y quieren evolucionar su equipamiento disponible. ¿Quieres saber cómo?