Ya puedes imaginar que los neumáticos son una pieza clave del coche porque constituyen el único elemento que está en contacto con el asfalto. Es muy importante que estén bien mantenidos para alargar su vida útil y que lleven la presión correcta, según recomienda cada fabricante. De hecho, noviembre de 2014 fue una fecha clave marcada en rojo para que todo coche nuevo en España tuviera instalado de facto un indicador de presión de neumáticos (indicador TPMS).
Con el objetivo de conocer la presión correcta que deben tener los neumáticos, cada coche lleva una pegatina de referencia donde indica las presiones que el fabricante recomienda. Si nunca te has fijado en su ubicación, ese adhesivo suele estar en la puerta del conductor, pero también puedes encontrarla en la tapa del depósito de combustible. Si no encuentras la pegatina, puedes ir directamente al manual del vehículo, donde vienen indicadas claramente las presiones de los neumáticos.
1La presión de las ruedas, condicionada por muchas variables
¿Sabías que la presión de los neumáticos del eje delantero normalmente va a ser diferente a la de los del eje trasero? Esto ocurre sobre todo cuando el coche está más cargado… ¡y ojo! También deberás tener en cuenta que cambia según el tamaño de la rueda que lleves, porque los vehículos pueden incluir más de un tipo de rueda montada y esto influirá a la hora de poner unas presiones u otras.
Ponemos un ejemplo muy sencillo de entender: si un coche monta un juego de neumáticos 225/40 R18 y lo conduce solo el conductor, las ruedas delanteras y traseras llevarán una presión de 2.4 bar. Eso sí, imagina que va totalmente cargado, con cinco ocupantes y el maletero lleno hasta la bandera. En ese caso habrá que subir la presión hasta los 2.7 bar en las ruedas del eje delantero y 3.0 bar en el eje trasero.