Hasta hace algunos años era complicado ver animales como jabalíes, corzos, ciervos, zorros, e incluso osos, fuera de su hábitat natural. Pero hoy en día, las visitas de estas especies a las zonas urbanas son cada vez más frecuentes. Esto ha hecho que, en los últimos cinco años, los accidentes contra animales se hayan duplicado en nuestras carreteras y que estos sean cada vez más graves. Este tipo de atropellos suelen ocurrir de noche, los fines de semana y, sobre todo, en esta época del año, en otoño.
En nuestro país solo el 40% de los automovilistas cuenta con un seguro que cubra los daños causados por el atropello a un animal, por lo que son mayoría los conductores que tienen que pagar la totalidad de la reparación del coche cuando ocurre un accidente de este tipo. Además, desde el cambio de la ley en 2014, que trasladó la responsabilidad de estos accidentes al conductor, no se puede reclamar al dueño, y solo el 6% de este tipo de siniestros son indemnizados por los propietarios de los animales.
Son algunas de las conclusiones a las que llega un estudio de Línea Directa, que ha realizado una completa radiografía del peligro mortal que suponen los atropellos de animales en nuestro país.
1Golpes violentos y peligrosos
Línea Directa ha contabilizado entre sus asegurados un total de 11.400 atropellos a animales entre 2017 y 2021. Su estudio evidencia que estos accidentes son cada vez más graves, ya que el coste medio de los daños corporales se ha incrementado un 104% en esos años. Además, las reparaciones de los vehículos son 2,4 veces más caras que las de un golpe común y las gestiones, un 38% más lentas.
La velocidad a la que se circula por carreteras interurbanas y el peso y envergadura de los animales atropellados provoca que los atropellos de animales sean choques violentos y peligrosos. La fuerza del impacto de un accidente contra un ciervo adulto a 60 km/h es de 5 toneladas y contra un jabalí de 3,5 toneladas.