El enorme aumento de la factura de la luz que sufrimos todos en nuestro día a día, también pasa factura a los coches eléctricos y a sus propietarios. Poder recargar estos vehículos en casa siempre fue una gran ventaja respecto a los vehículos que se mueven gracias a combustibles fósiles. Pero el coste de la energía actual está empezando a hacer que repostar el coche desde nuestro propio garaje no salga tan rentable.
El coste de recargar un vehículo eléctrico en casa y con tarifa valle nocturna se ha disparado un 135,3% respecto a 2020, lo que es un gran varapalo a la hora de amortizar el gran desembolso inicial que supone hacerse con un coche eléctrico.
1No sale tan barato cargar las baterías
Este aumento de la factura de la luz se ha notado en exceso a la hora de cargar las baterías de un coche eléctrico. Si dispones de uno de estos vehículos desde hace algunos años, habrás podido observar esa subida de primera mano. Si no es el caso, con las cifras que te dejamos a continuación podrás entender la evolución que ha sufrido el coste de recargar un eléctrico.
En 2020 un conductor que recargaba las baterías de su coche en tarifa nocturna, tenía que desembolsar 190 euros anuales, este coste se ha duplicado hasta los 447 euros, según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Esta subida de precios repercute en que sea más difícil amortizar el mayor coste inicial que tiene un eléctrico frente a un vehículo tradicional, incluso aunque se recurra a las ayudas del plan de incentivos Moves.
