Shelter Garage; custodia y pupilaje de vehículos en Madrid. A tu niño mimado, o a todos ellos en caso de familia numerosa, no les vas a llevar a cualquier guardería. Buscarás, siempre, dentro de tus posibilidades, la que mejor le cuide, no hay duda. En este caso hablamos de tu coche/coches. No de ese que te lleva a diario del punto A al punto B confortablemente, de forma eficiente, rápida… o no. La que se supone la segunda compra más importante que hacemos después de nuestra vivienda. Así, en muchos casos, es un mero medio de transporte, que puede poseer su parte emocional por imagen y prestaciones, y que utilizamos casi a diario.
Pero también puede ser que ‘la niña de tus ojos’, un coche especial, de esos al que solo unos privilegiados tienen acceso. Un súper deportivo de última hornada, con una imagen diferenciadora, un potente motor, incluyendo uno de los últimos y casi extintos V12 que aún quedan en el mercado. Armado con todo lo necesario sobre un chasis capaz de domar todo su potencial, con los últimos asistentes electrónicos. O contar con una colección de automóviles clásicos, de valor cada vez más alto si son bien mantenidos y restaurados.
Pues sí, existen ‘guarderías especiales’ para esos coches tan exclusivos y nosotros hemos estado en una de las más especiales que podemos encontrar en España, en este caso en Madrid.
Se trata de Shelter Garage. Un lugar creado para ofrecer los servicios de guarda, mantenimiento, mejora y personalización de coches deportivos y de lujo, clásicos e incluso de competición.
1Un vínculo especial
Un negocio que en este caso va más allá en su relación con los clientes, que la de simple custodia, creando un vínculo muy especial. Así nos lo cuenta Iván Fiestas, dueño y creador de Shelter Garage: “Este negocio lo abrí hace cuatro años en San Sebastián de los Reyes, enfocado a la guardia y custodia de coches digamos, que especiales. Pensando que como servicio, algún lavado caería para los modelos allí guardados. Pero enseguida me di cuenta que el valor diferencial estaba en los servicios que podíamos ofrecer a nuestros clientes.
La custodia en sí no fue muy rápida. Durante los tres primeros años tenía un nuevo cliente cada dos o tres meses. Por la propia naturaleza del negocio y por el coste, que aunque considero que es muy económico para el tipo de servicio que ofrecemos, más si lo comparamos con una plaza de alquiler, siempre ha estado enfocado a coches de uso esporádico.
Tengo un par de clientes que lo utilizan como garaje de diario porque viven muy cerca, pero los que más, salen como mucho un día a la semana. De media a lo mejor un día al mes. Pero tenemos clientes que vienen una o dos veces al año. Y nuestro servicio es mantener sus coches siempre en condiciones durante todo el intervalo que se encuentran sin usar, pues sino, tanto tiempo parado se estropearía. Ese mantenimiento es necesario y se adapta a las peticiones del cliente. Es también una cuestión de confianza dado el alto valor de estos coches, ante lo que algunos clientes al principio eran reticentes. Pero nuestra confianza y responsabilidad queda inmediatamente contrastada. Durante cuatro años nos hemos ganado ese derecho».