El estado de salud, tanto físico como mental, es un paso previo para la obtención o renovación del carnet de conducir, y ha de estar acreditado y certificado por la firma de un profesional homologado y autorizado por la DGT. Encargada de la renovación y concesión de estas licencias, la DGT pone el ojo en las distintas enfermedades incompatibles con el libre ejercicio de la conducción de vehículos a motor.
1Buscando la eliminación de riesgos
El afán de la administración por reducir la siniestralidad y los riesgos de accidentes son justificación para que la DGT ponga atención en las distintas patologías que pueden afectar al acto de conducir con seguridad.
En esta justificación, la merma de los sentidos cuando se sufre una enfermedad crónica o crisis aguda por diversas afecciones de salud, y la implicación que ello conlleva en las respuestas eficientes del conductor ante situaciones o incidentes arriesgados, conforman un factor decisivo para catalogar un listado de enfermedades que aumentan los accidentes y las victimas.