En este artículo te vamos a mostrar la regla de las 3V: vital si conduces con mal tiempo ya que hay que estar siempre prevenido cuando se va circulando por la carretera.
Cuando se está en la carretera con el vehículo hay que tener en cuenta que la niebla suele ser un contratiempo que los conductores pueden llegar a encontrarse con bastante frecuencia y sobre todo aquellos meses que más frío hace.
El otoño y el invierno suelen ser estaciones en las que hay más probabilidades de que ocurra este tipo de fenómeno meteorológico y que consiste en que se suspenden en el aire algunas gotas de agua.
Y en este artículo te vamos a mostrar la regla de las 3V: vital si conduces con mal tiempo ya que hay que estar siempre prevenido cuando se va circulando por la carretera.
1Hablando de la niebla y de la conducción
Todos tenemos en cuenta que la niebla se considera por todas las personas que conducen un factor que suele aumentar el riesgo al volante debido a la fatiga que puede llevar debido a la concentración que suele requerir.
Se trata de un fenómeno que reduce de forma notable la visibilidad y que al mismo tiempo se encarga de humedecer el asfalto y de esta forma provoca toda pérdida de adherencia en lo que respecta a los neumáticos.
En el caso de que la niebla llegue a ser espesa la visión dentro del vehículo se va a ver limitada a pocos metros siendo bastante complicado advertir a los demás conductores que circulan por la carretera.
Hay que tener en cuenta que si llegamos a conducir en dichas condiciones va a obligar que el conductor tenga que extremar muchísimo las precauciones con el fin de no cometer ningún error.
Es necesario que se modere la velocidad y que se aumente la distancia de seguridad con respecto al vehículo que vaya delante de nuestro coche.
Resulta de igual manera obligatorio mantener encendido el alumbrado de la niebla y resulta imprescindible que las luces de detrás antiniebla se apaguen tan pronto como se deje atrás la niebla y consigamos recuperar algo de visibilidad.