La tecnología como medio para alcanzar la sostenibilidad van de la mano en el compromiso de Bosch para mejorar el mundo y el entorno ambiental. Por eso, la empresa busca continuamente formas de extender su compromiso, con las acciones en el ámbito climático como unos de los ejes fundamentales en esta estrategia a largo plazo para reducir los efectos del cambio climático. Ese empeño ha llevado a Bosch a ser, desde el año 2020, la primera gran empresa industrial del mundo en haber alcanzado el ambicioso objetivo de la neutralidad de carbono.
Un objetivo que ha convertido las 400 localizaciones de Bosch en todo el mundo en neutras en CO2 y que se ha basado en cuatro ejes principales: aumentar la eficiencia energética, incrementar la proporción de renovables en el suministro de energía, comprar más energía verde y compensar las emisiones de carbono inevitables.
Tres campos de actuación para alcanzar el objetivo de Bosch
Y esto es solo el primer paso, porque las ambiciones van más allá con nuevos objetivos, como reducir las emisiones de CO2 en toda la cadena de valor, el denominado Scope 3, en un 15% hasta 2030. Para ello, ha identificado tres actividades que generan la mayor cantidad de emisiones en la cadena de valor: los bienes comprados, la logística y el uso de los productos que vendemos.
En el ámbito de las soluciones de movilidad, el área empresarial Mobility Solutions, la principal área de acción de la firma, se ha marcado el objetivo de una movilidad sostenible sin emisiones. Por eso, trabaja en desarrollar la electromovilidad, que se está consolidando como el principal negocio de la empresa. Para ello invierte más de 800 millones de euros al año en electrificación, con unas inversiones que ya superan los 5.000 millones de euros. Y además, sin dejar nada de lado, pues trabaja en movilidad eléctrica desde bicicletas eléctricas hasta camiones, o en diferentes tecnologías, desde las baterías de litio a la pila de combustible.
En el hidrógeno, tecnología sin la cual no se conseguirá ser climáticamente neutros en 2050, Bosch desarrolla tanto la tecnología de pilas de combustible móviles para la automoción, como las fijas, que se puedan usar a gran escala como centrales eléctricas para proporcionar energía limpia a complejos de edificios. Y con la tecnología de hidrógeno verde, una propulsión de pila de combustible que genera cero emisiones locales y es climáticamente neutral. En este ámbito, Bosch habrá invertido, entre 2021 y 2024, 1.000 millones de euros en la pila de combustible móvil.
Bosch apuesta por el hidrógeno verde
Tampoco deja de lado el ámbito de los problemas técnicos y está analizando la comercialización del motor de hidrógeno. Porque el hidrógeno verde se puede utilizar no solo para impulsar vehículos de pila de combustible, sino también para alimentar motores que se hayan modificado. Por eso Bosch trabaja en arquitecturas de vehículos existentes cuyas tecnologías de motor y propulsión son una base sólida para el desarrollo futuro de motores de hidrógeno, con lo que se reducirían los tiempos y los costes de avanzar hacia sistemas de propulsión con hidrógeno.
La acción económica, ecológica y socialmente responsable de Bosch es clave no solo para avanzar tecnológicamente, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas y asegurar las condiciones en las que las generaciones presentes y futuras puedan prosperar. Y todo ello quiere conseguirlo con tecnologías innovadoras que sean, tal y como dice el eslogan de Bosch, “Innovación para tu vida”.