El Reglamento General de Circulación en su anexo I, y en cierta lógica, recoge el catalogo de señales de trafico. Este libro de señales, que todo aspirante a conductor debe estudiar para no fallar en las pruebas teóricas que la DGT establece para la obtención del carnet de conducir, es extenso y diverso. Como extenso es el texto en el que se describen las normas generales de circulación, que es lo que realmente se estudia para preparar el citado examen.
¿Cómo logra la administración transcribir los textos legales a la vida cotidiana, como evita que lo aprendido se olvide, y como proporciona de manera constante un refuerzo positivo en la conducta de los usuarios de vehículos? A través de estas señales y su significado. Es la forma mas practica, y lo es desde tiempos ancestrales, que además ha evolucionado con la aparición de medios modernos al mismo ritmo que la humanidad.
1Desde los romanos hasta los paneles de mensajes variables
El origen de las señales de trafico, se establece en la era romana fruto de la instalación de la primera red vial internacional. Bajo un mismo organismo legislador, el imperio romano, que abarcó casi toda Europa, señalizaba sus calzadas con las indicaciones pertinentes sobre dirección y distancia, con el punto cero, en la mismísima ciudad eterna.
La aparición de los carruajes, los ciclos y por ultimo el automóvil, provocó el caos necesario para tener que cubrir con normas, el desconcierto en la movilidad. De ahí la importancia de, trasladar las normas de comportamiento de forma directa a todos los usuarios, mediante las señales.
Hoy, los avances han transformado el mundo, y habiendo aparecido modernos medios de transporte, que evolucionan rápidamente, las normas se han de modificar y el medio de transmitirlas también. Las señales como lenguaje universal indiscutible, necesita de una atención privilegiada, para que su efectividad se mantenga en consonancia con su finalidad, que es garantizar el orden dentro de la seguridad vial y el trafico de vehículos.