…y que no se te ocurra hacerle «una peineta» a la cámara, porque te sacan hasta los padrastros del dedo peinador.
Las altas capacidades de los sistemas de detección de la DGT, prometen dos cosas. No dejar impune a cualquier infractor que delante de ellas tenga la osadía de permanecer escasos milisegundos, y reducir la plantilla de agentes en carretera, de la agrupación de trafico, especialmente porque no decirlo si de Cataluña hablamos.
De hecho tras la derivación de las competencias en materias de trafico al Servei Catala del Transit, esta diligente agrupación nacional, poco tiene que hacer, salvo esperar el día que se vean obligados por orden ministerial a retranquearse hasta las orillas sur del Ebro, como si de una nueva contienda civil se tratase y Dios nos libre. (Pero esto es una simple opinion personal)
1Unas cámaras catalanas que multan con inteligencia
Concretamente en dos tramos; uno entre las localidades de Sant Feliu de Llobregat y Sant Joan Despí, en la B-23, y otro entre Moncada Y Reixac, en la C-58. Instaladas para ejercicios de prueba a primeros de este año, estos dispositivos están totalmente operativos y sancionando desde finales de verano. Y si no fuera por qué integran el correspondiente software de inteligencia artificial desarrollado, probablemente no tendrían mas protagonismo que otras.
No obstante, la peculiaridad reside en ese detalle, que lejos de ser una nimiedad, abunda en el potencial sancionador debido a el autoaprendizaje y la alta resolución, fruto de las capturas continuas y los errores asumidos.
Es decir, se espera del propio sistema que tras un periodo continuado de uso, este desprecie por si mismo las imágenes que no detecten la infracción.