La entra del nuevo año trae una mala noticia para la mayoría de conductores. A partir del 1 de enero de 2023 deberían empezar a implantarse en nuestro país numerosas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Al más puro estilo de Madrid y Barcelona, deberían implantarse restricciones para los coches más contaminantes en 150 ciudades españolas.
Este crecimiento desmesurado de las ZBE se debe a la aprobación de la Ley de Cambio Climático que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes empadronados a diseñar e implantar en sus ciudades una zona donde se restrinja el paso a los coches más antiguos. La decisión en el diseño y en las restricciones va a depender de cada ayuntamiento, pero son miles los conductores que se verán afectados esta imposición y muchos se verán obligados a cambiar de vehículo.
1Habrá Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades con más de 50.000 habitantes
El parque automovilístico español es uno de los más envejecidos de Europa. Muchos conductores no pueden permitirse comprar un coche nuevo, o modelos eléctricos, y tampoco se atreven a optar por un coche relativamente más nuevo que vaya a sufrir en unos años las mismas restricciones que le que ya tienen. Por eso, el 76% de los conductores de una encuesta asegura que no tienen intención de cambiar su vehículo pese a la nueva Ley.
Cada ayuntamiento podrá aplicar las restricciones como le convenga, salvo que se aplique una ley nacional que aglutine la normativa respeto a estas áreas de baja contaminación. Basándonos en los casos de Madrid y Barcelona, cabría esperar que las restricciones en las ZBE comenzaran por los coches más antiguos que no tienen distintivo de la DGT, y con el paso del tiempo fueran afectando a los vehículos con más años: primero a los de pegatina B y luego a los de pegatina C.