Volkswagen Golf, Lotus Esprit, BMW Nazca, Lancia Delta, Saab 9000, DeLorean DMC… La lista de coches diseñados por Italdesign tiene auténticos iconos en sus 55 años de existencia. Modelos que están en la mente de todos y que también podrían formar parte de la colección de cualquier museo del automóvil.
Pero desde hace unos años, el estudio de diseño, que es propiedad del Grupo Volkswagen desde 2010 se centra menos en los coches y más en la movilidad, ofreciendo su visión de lo que ellos consideran que puede ser la movilidad del futuro. Así, la empresa fundada en 1968 por Giorgetto Giugiaro y Aldo Mantovani si tuviera que ser recordada por algo en estos últimos años, sería por artefactos como este Climb-E que acaba de presentar en el CES de Las Vegas.
El Italdesign Climb-E para celebrar sus 55 años
Para la fiesta de su 55 aniversario que celebran en la feria de Consumo y Electrónica de la ciudad del juego, Italdesign decidió comenzar las celebraciones con el Climb-E, un prototipo de transporte autónomo de diseño más que peculiar pero que, según afirma la compañía en su nota de prensa «puede garantizar una experiencia de viaje privada perfecta».
Siguiendo los pasos de otras soluciones y proyectos innovadores de movilidad como Pop.Up y Pop.Up Next de 2017 y 2018, respectivamente, la empresa italiana avanza en su búsqueda con una evolución hacia la movilidad urbana sostenible continua. Eso significa que las cápsulas del Climb-E –una forma de denominarlas como otra cualquiera- se pueden usar tanto en las calles como para llegar, como si fuera un ascensor hasta la puerta de las viviendas, porque tienen la capacidad de integrarse en la próxima generación de edificios residenciales en los que, por ejemplo Italdesign está colaborando con el fabricante de equipamientos Schindler.
Lo último de Italdesign es un artefacto eléctrico con 322 kilómetros de autonomía
El Climb-E tiene menos de cuatro metros de largo y se configura en torno a dos componentes principales: el módulo terrestre, que es la base que integra el sistema de propulsión (3.969 mm de largo pero solo 930 mm de alto) y la cápsula, que tiene 3.669 mm de largo y 2.180 mm de alto. Ambos módulos se integran con un tren motriz totalmente eléctrico con una potencia máxima de 80 kW (107 CV), que integra un motor eléctrico en cada rueda que se mueven con la energía almacenada en la batería de 65 kWh que le permite una autonomía de hasta 322 kilómetros.
La batería se puede recargar en una toma de hasta 250 kW gracias a su plataforma de 800 V, y para una carga rápida del 10 al 80 por ciento tarda tan solo 15 minutos. Y Italdesign afirma que dispone de sistema de carga inalámbrica, que puede recargar la pila en solo 30 minutos. Y es capaz de circular a una velocidad máxima de 120 km/h.
Pese a la herencia de creación de automóviles del estudio italiano, para el futuro lo que proponen son vehículos que se muevan solos… Adiós a la conducción, por tanto, en este Climb-E. Gracias a su sistema de conducción autónoma, puede conducir en ambos sentidos. Por tanto, todos los esfuerzos en el diseño del interior se centran en ofrecer una atmósfera para disfrutar del viaje. Solo hay dos asientos dispuestos perpendicularmente a las dos direcciones de viaje con un amplio espacio diáfano entre ellos. Además, se ha prestado especial atención a las opciones de color y acabado, así como a la seguridad de los pasajeros, y la empresa ha incluido el ecosistema de seguridad Easyrain completo en el diseño de la cabina.
Está claro que los nuevos tiempos no favorecen a aquellos que siempre han disfrutado de la conducción y del diseño. Ni siquiera Italdesign cree que por ahí vaya el futuro…
