Lo que se avecinaba como una dura pelea, ha acabado convertido casi en un ‘paseo militar’. Las desgracias de todos sus rivales –Sainz, Peterhansel o Loeb- han hecho que la victoria de Nasser Al-Attiyah en el Rally Dakar haya sido la más fácil de sus cuatro triunfos.
El Rally Dakar 2023 se presentaba absolutamente apasionante, sobre el papel como el más competido de los últimos tiempos. A la regularidad de Nasser Al-Attiyah y su Toyota se oponían la ambición del equipo Audi y su trío de pilotos, ya con un año de experiencia con el coche o la fiabilidad y brillantez de pilotos como Sebastian Loeb.
Entre esos debía estar la lucha y entre ellos debía estar el ganador del Dakar. Y así parecía que iba a ser en las primeras etapas. Audi empezaba fuerte, con victorias en la prólogo para Mattias Ekstrom y en la primera etapa para Carlos Sainz. En ambos casos con Loeb en segunda posición.
Las desgracias de Sainz y Loeb dejan el camino libre en el Dakar
Pero ya en la segunda etapa la carrera empezaba a hacer su selección y allanar el camino al qatarí Al-Attiyah, a quien las desgracias nunca parece que le afecten. La segunda etapa descartó casi por completo a Sebastian Loeb, que perdió casi una hora y media con el piloto de Toyota. Un día después sumó otros 37 minutos de pérdida y en la quinta etapa otros 20. Casi dos horas y media de desventaja con Al-Attiyah parecían insalvables.
En casa de Audi, los problemas se multiplicaban. Carlos Sainz sufría con la rótula de la suspensión, que se rompía. Pero eso no era nada con lo que iba a pasar en la sexta etapa. En ella, de un golpe quedaron eliminados para luchar por la victoria, los dos primeros espadas del equipo alemán: Stephane Peterhansel y Carlos Sainz.
Así nos lo explicaba el madrileño ese momento: En una neutralización “nos pasa Stephane Peterhansel y me pongo detrás de él porque siempre tienes la oportunidad de ver lo que hace el otro coche. En ese momento no era una zona de dunas y me pongo más cerca aprovechando que había llovido, pero había un poco de polvo…”. “Tengo un vídeo como cinco segundos antes que se ve vamos tras él a 30 o 40 metros y lo siguiente es volar, caer como 10 o 12 metros; y al caer rompimos la suspensión”, comenta Carlos Sainz.
Peterhansel abandona y Sainz, tras muchos problemas, consigue reparar el coche pero no pueden terminar la etapa y son sancionados; pueden seguir en carrera pero ya no lucharán por la victoria. Tan solo por algún triunfo de etapa y por la posibilidad de poder seguir evolucionando el coche y aprendiendo de cara a un tercer Dakar.
El segundo, a una hora en la clasificación del Dakar
De repente, Nasser Al-Attiyah se había quedado sin rivales, El segundo clasificado en ese momento, su compañero de equipo Lategan, estaba a más de una hora. Y siendo compañeros de equipo… salvo hecatombe nada podría poner en riesgo un nuevo triunfo para el qatarí.
Sainz, sin embargo, se planteaba lo que quedaba de carrera como un reto para seguir mejorando. Dos días después, ganaba la etapa, aunque una penalización lo dejaba en tercera posición. Pero ese buen sabor de boca hacía que, durante la jornada de descanso, el madrileño explicara sus intenciones para la segunda semana de carrera.
“Tenemos que tratar de hacer una buena segunda semana, seguir aprendiendo, seguir motivados para tratar de ganar el máximo número de especiales si es que podemos. Y que el equipo siga aprendiendo. No sabemos cuál es el futuro, pero siempre es bueno pensar que va a haber una tercera oportunidad, y cuanto más hayamos aprendido, mejor”.
Sainz tira de épica para intentar seguir en el Dakar
No hubo forma… Al día siguiente, a solo 6 kilómetros de la salida, una caída en una duna daba al traste con todas las esperanzas de seguir en la prueba. Horas de espera, evacuación de Carlos Sainz, vuelta a la coche tras pedir al piloto del helicóptero que diera la vuelta… Carlos Sainz estaba empeñado en seguir a toda costa y consiguió llegar al campamento ese día con la intención de volver a la carrera al día siguiente. Pero ya no pudo ser. Los daños en el Audi RS Q e-tron no permitieron que se pudiera reparar a tiempo.
Si la carrera estaba decidida a favor de Al-Attiyah, tampoco parece que la emoción de las etapas que quedaban fuera un aliciente. Y en ese momento surgió la figura de Sebastian Loeb. El francés, sin presión, abrió el tarro de las esencias del pilotaje en el desierto y encadenó seis victorias seguidas, un nuevo récord de la prueba.
Loeb bate récords y acaba segundo
Lástima que esos resultados hayan llegado demasiado tarde. Porque mientras Loeb pulverizaba todos los récords, el piloto de Toyota conducía con la calculadora, sabiendo que nada podía arrebatarle la victoria.
Ahora, Al-Attiyah, que con esta quinta victoria ha superado a Ari Vatanen, ya mira los ocho títulos en coches de Stephane Peterhansel como próximo reto. Y si la suerte –porque la habilidad y la maestría al volante las tiene- le sigue acompañando, no se puede descartar que lo logre. Aunque posiblemente nunca lo vuelva a tener tan fácil como este año.
Más allá del paseo militar de Nasser Al-Attiyah, el Dakar ha dejado otros nombres propios. Por supuesto, el tercer lugar en la clasificación de coches para Lucas Moraes, el mejor resultado para un debutante en la historia. Por ejemplo, en motos, la victoria del argentino Kevin Benavides que amarró el triunfo frente a Toby Price en la última jornada. En esta categoría, el español Joan Barreda, con diversos incidentes tuvo que abandonar tras una caída en la que sufrió problemas en la espalda. Lorenzo Santolino fue el mejor español en la categoría con el noveno puesto.
En coches, entre los españoles, muchos problemas para el equipo Astara y sus tres coches. Óscar Fuertes tuvo que abandonar y Carlos Checa y Laia Sanz, sus compañeros de equipo, acabaron en el puesto 32 y 65 respectivamente.
Fue Cristina Gutiérrez la mejor de los nuestros, finalizando en el puesto 30. Y tras el 32 de Carlos Checa, aparecen Gerard Farres e Isidre Esteve como españoles más destacados.
Un nuevo Dakar ha terminado y todos miran ya a 2024, con la esperanza de que sea más competitivo y haya más emoción que en este. De momento Audi, cuya participación este año ha sido una decepción, ya ha anunciado que en 2024, vuelve a la carga. Ojalá sea para luchar por el título y poner emoción en la carrera más dura del mundo.