Polestar, la marca de eléctricos de alto rendimiento creada por Volvo y el Grupo Geely, acaba de desembarcar en Madrid con su primer Space de la capital. Un concepto de showroom en el que aunque hay coches no se venderán coches; será el lugar donde el posible cliente se adentre en el universo Polestar.
Porque la firma sueca llego al mercado el pasado año con un modelo cien por cien digital para la compra de sus coches. Todo se hace online, desde la prueba de conducción, a la reserva o el pago. Pero los Space sirven para crear una experiencia al cliente sobre lo que es la marca o qué se ve a encontrar en sus modelos.
La obsesión de Polestar es la experiencia del cliente
Y en ese sentido van estas instalaciones que para Stephane Le Guevel, director de Polestar en España, son el reflejo de la obsesión de la marca por la experiencia del cliente. Porque “los puntos físicos siguen siendo muy importantes para el cliente”, afirma el responsable de Polestar.
Con el primer año cumplido, el Space de Madrid –ya existe uno en Barcelona abierto el pasado verano- los resultados de la marca son ilusionantes para Le Guevel y su equipo. Para ellos, los primeros meses, lo prioritario era dar a conocer la marca; y ese reto está logrado “hemos conseguido un millón de búsquedas en Google y tenemos una interacción cada minuto entre clientes y nuestro equipo de Customer Care”,
Con ello, son más de 2.500 los test drive realizados, que se han traducido en 188 ventas durante el pasado año según los datos de matriculaciones de Anfac.
El Space de Polestar no vende coches, ofrece experiencia al cliente
El Space sirve también a los responsables de la marca, para tratar de volver a la esencia del tratamiento comercial, como comenta Pedro Parra, director comercial de la marca: “Hay una diferencia importante: los especialistas o yo mismo, que soy el director comercial, no tenemos objetivo de ventas y este pequeño detalle marca una gran diferencia. Hay que tratar bien al cliente y que se vaya satisfecho… Y luego comprará o no comprara”.
Parra también explica el porqué de que una marca digital abra espacios físicos, como si fueran concesionarios: “Somos digitales pero no queremos privar a nuestros clientes de disfrutar de una experiencia Polestar: que puedan venir aquí, ver el coche, hablar con nuestros especialistas, tocarlo, configurarlo. No queremos evitar esto. Pero esto no es un concesionario al uso”.
En el Polestar Space de Madrid, para la inauguración, la gran estrella era el Polestar Precept, el concept sobre el que llegará en 2024 el Polestar 5, una berlina de alto rendimiento para competir con los más exclusivos eléctricos. Pero el inquilino habitual de estas instalaciones será el Polestar 2 hasta que llegue esta mismo año el Polestar 3, el nuevo SUV eléctrico con más de 600 kilómetros de autonomía.
El objetivo de Polestar, aumentar un 60 por ciento las ventas
Con estos dos modelos –aunque el 3 llegará a las carreteras a final de año-, la marca, que ya está presente en 27 países y este año llegará a los 30, quiere llegar a las 80.000 unidades vendidas, lo que significaría un crecimiento del 60 por ciento respecto a las ventas de este año.
Aunque su ADN es digital, para el crecimiento de la marca, el valor de los Space es muy importante. Stephane Le Guevel lo confirma con un dato. “Desde que abrimos nuestro Space en Barcelona, más del 50 por ciento de nuestras ventas a particulares se han realizado en Cataluña”. Por eso, la marca sueca ampliará su red de centros de experiencias Polestar con un segundo Space en Madrid a los que se sumarán Valencia, Málaga y Canarias. Y ya trabajan también, en ampliar las ciudades de entrega de sus coches, que hasta ahora son solo Madrid y Barcelona.
Polestar sigue su rumbo y acaba de añadir Madrid a su particular universo para promover el paso hacia una nueva movilidad más sostenible.