El proceso de sustitución de una rueda pinchada es una intervención mecánica que en demasiadas circunstancias supone un riesgo de accidente. En la mayoría de los casos hoy, gracias a las aseguradoras, una simple llamada nos facilita la maniobra, ya que, o bien nos cambian la rueda o trasladan el coche al taller para ello.
Pero pudiera darse la necesidad imperiosa de tener que actuar nosotros mismos, y para ello repasaremos hoy, el proceso de sustitución y detalles de vigilancia para evitar estos trastornos.
1Algo que como conductor sufrirás si o si
El pinchazo o reventón de una rueda a lo largo de tu vida como conductor ciertamente será inevitable. Nadie se libra de esta situación, especialmente si a diario haces uso de tu coche. Estar preparado para este percance, simplemente te asegura poder seguir la marcha, y reparar posteriormente. Pero esta demostrado que teniendo una actitud preventiva, es decir hacer un reconocimiento del estado de los neumáticos de forma periódica, y una buena conducción, puede ayudarnos a evitar los pinchazos o reventones.
Para ello, revisar la presión y mantenerla en los niveles recomendados, es una alternativa idónea. Esta indicaciones aparecen en una pegatina que tienen todos los vehículos. Aunque su ubicación varía en función del modelo, suele estar en el lateral de las ruedas, el parasol del copiloto o la tapa del depósito. En ella veremos qué presión debemos tener en función de la carga que llevemos en el coche.