Los controles de velocidad de la Guardia Civil de Tráfico sufrirán sendos cambios, que buscan multiplicar su efectividad. Esto incluye un mayor uso de los coches camuflados, ubicaciones más impredecibles de los radares y un tramo horario más amplio para imponer este tipo de controles.
El órgano encargado de hacer cumplir la normativa de tráfico, sigue muy preocupado por el efecto que los excesos de velocidad tienen en la siniestralidad registrada en las carreteras. Por eso la Guardia Civil ha recibido una serie de indicaciones y recomendaciones sobre cómo deben ser a partir de ahora los controles de velocidad.