Nuestro país tiene un grave problema si ponemos la lupa sobre el envejecimiento del parque móvil español. Los últimos datos de la DGT revelan que los vehículos que circulan por nuestras carreteras superan los 13,5 años de antigüedad media. No es un dato muy alentador, sobre todo si lo comparamos con los principales países de nuestro entorno.
Muchos son los motivos. El coste de la vida se ha disparado y eso repercute en un menor poder adquisitivo de todos, incluidos los conductores. Por si esto fuera poco la falta de stock está provocando que los tiempos de espera para estrenar coche se incrementen considerablemente. Y esto, a su vez, provoca que se dispare el mercado de segundo mano, con una oferta que envejece inevitablemente el parque móvil español.
Tormenta perfecta en el parque móvil español
Se trata de una especie de tormentar perfecta porque todo esto repercute sobre la seguridad (los accidentes mortales se han incrementado) y la eficiencia, ya que se trata de coches que contaminan mucho más al ser vehículos sin tantas exigencias medioambientales en el momento en el que fueron lanzados al mercado.
De todo esto saben mucho en las ITV, instalaciones en las que uno de cada cinco coches ha sido rechazado por presentar algún tipo de deficiencia grave, ya sea por seguridad, emisiones contaminantes o cualquier otro motivo.
Los datos del parque móvil español son muy significativos. Un 62% de los coches matriculados en España supera los 10 años y casi la mitad (46%) tiene 15 años o más, lo cual supone un «alto riesgo para la seguridad vial», según datos recopilados por el proveedor privado de historiales de vehículos Carfax.
Datos del parque móvil español
En España circulan unos 640.000 coches en «pésimas condiciones», y si a ello se añade que el 64,7% del conjunto de los vehículos, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), carecen de etiqueta medioambiental, o tienen la B (la menos eficiente), la entidad considera que también existe un «problema de salud pública por los nocivos efectos de los gases contaminantes.
En esa línea, la entidad ha lamentado que la entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones en las localidades españolas con más de 50.000 habitantes tampoco «motiva» a los conductores para renovar sus vehículos.
«Las salidas de vía fueron las causantes del 42% de los más de 1.000 fallecimientos registrados en nuestras carreteras durante 2022, dato que sigue en aumento respecto a años anteriores y que viene a abundar en la idea de que los coches más modernos, con ayudas a la conducción más efectivas, evitarían muchas de las muertes acaecidas en nuestra red viaria, máxime cuando estos vehículos más modernos habrán estado menos expuestos a haber sufrido daños, accidentes e inconsistencias en sus kilometrajes», ha valorado Carfax.
¿Quién quiere un coche con daños?
En ese sentido, la entidad realizó hace unos meses una encuesta en la que se revelaba que el 68% de los españoles nunca compraría un vehículo con daños previos.
En cuanto a las razones por la que este organismo considera que no se produce la renovación del parque móvil español citan la falta de estímulos fiscales, los bajos ingresos medios y el aumento del coste medio de un coche nuevo o usado por la inflación, así como la falta de conocimiento de los ciudadanos sobre los avances en seguridad y en eficiencia que ofrecen los turismos nuevos.