Piensa que los radares en las carreteras no van a evitar que los conductores se acaben confiando y que mantengan la velocidad del vehículo al límite de la que está establecida.
Pues bien, te diremos que esta es la velocidad a la que saltan los radares fijos de la DGT. Y también los móviles.
Pero existe un margen de error entre aquello que marca el velocímetro del coche y aquello que percibe la señal de los detectores.
Y esto es lo que llega a provocar que los radares se programen para poder evitar las penalizaciones que se pueden llegar a reclamar de forma posterior.
1Hablemos sobre los radares de la DGT
Pensemos que los cinemómetros, sean fijos, sean móviles o sean de tramo, se encargan de medir la velocidad a la que circulan los coches y tienen algo en común.
¿Qué es eso que tienen en común?, pues el margen de error y no se trata de un fallo del dispositivo.
En el caso de que se encuentren correctamente homologados la tolerancia se va a incluir en la verificación del aparato.
Según la Dirección General de Tráfico la Ley ha llegado a establecer que se necesita aplicar el margen de error con el fin de poder asegurar que, cuando el radar entre en acción lo va a hacer debido a que se ha superado la velocidad máxima.
Pues bien, el cinemómetro no va a registrar la infracción cuando se rebase el límite en un kilómetro.
La DGT llegó a desvelar durante el año 2016 cuál era dicho margen que de hecho se situaba en 7 km sobre la velocidad límite que se encontraba autorizada.
Quiere decir esto que, en el caso de que la velocidad máxima que esté marcada sea de 100 kilómetros por hora el radar saltará a los 108 km/h.
A partir de este tipo de registros es cuando el sistema sancionador se va a poner en marcha y de esta forma se procesará la multa al conductor del coche.
