Abel Torres tiene ahora 12 años, pero ya es una de las jóvenes promesas del deporte del motor. Y es que este chaval ha logrado nada menos que dar el salto de la PlayStation a las carreras reales, una hazaña que Ford y el equipo de simracing de la marca, Team Fordzilla, han contribuido a construir.
Nacido en Marín (Pontevedra), el 10/10/10, pasó de jugar mano a mano con su padre en la consola a vencer a más de 800 pilotos adultos en el Campeonato de España del juego Gran Turismo con solo nueve años y, poco después, con 10, a ganar carreras en el Campeonato de España de Karting de la Real Federación Española de Automovilismo.
Su vertiginosa carrera es ahora protagonista de una serie documental de casi una hora de duración repartida en cinco episodios, que ha sido producida por Ford y PlayStation, las dos compañías protagonistas de su carrera.
El primer episodio de este documental ya se ha estrenado en el canal del equipo de simracing de Ford y, a lo largo de los próximos días se publicarán el resto de capítulos que conforman la serie, en los que podremos conocer más a fondo la historia de este campeón desde diversos aspectos: su origen, su familia, el simracing, el karting y su futuro.
Con el apoyo de Ford
El documental se ha rodado durante dos años en localizaciones de toda España, en los lugares donde Abel ha estado presente en alguna competición. El joven piloto siempre ha contado con el apoyo de Ford y el documental repasa su descubrimiento, sus victorias en los videojuegos y en las pistas reales de competición, sus buenos y malos momentos, y las expectativas generadas en torno a él.
“Esto es historia del simracing. Nunca en todo el mundo un niño de 10 años había logrado lo que este fin de semana ha alcanzado Abel», comentaba José Iglesias, capitán de Team Fordzilla, cuando Abel Torres derrotó a más de 800 pilotos de todas las edades en el Campeonato de España de Gran Turismo. Esa misma sensación tiene Iglesias cuando por primera vez el talento de un piloto virtual se atreve a desafiar al mundo del motor en el mundo real saltando al karting. “Es una salvajada. Me faltan las palabras, no me quedan adjetivos. Es tan extremadamente extraordinario, que no sé qué decir”, comenta Iglesias.
A pesar de lo extraordinario de Abel, su día a día es de lo más normal, explica su padre, Martín Torres. “Va al colegio, después a una academia de inglés, hace los deberes, estudia, y cuando termina todo, se pone a entrenar, a jugar… Eso sí: le gusta hacer todo bien. En las carreras, y en otras facetas de su vida. Siempre quiere sacar buenas notas; si saca un 7 en vez un 8, se enfada”.