Con motivo de su 50 aniversario, BMW M GmbH, la filial de automovilismo del Grupo BMW, fundada en 1972, ha presentado el modelo especial más exclusivo que ha desarrollado nunca: el BMW 3.0 CSL.
La pequeña serie, estrictamente limitada a sólo 50 modelos, está inspirada en el histórico BMW 3.0 CSL de principios de la década de 1970 y cuenta con la experiencia en pintura personalizada de la planta de la marca alemana en Landshut.
Alrededor de 20 componentes exteriores del inconfundible diseño del modelo especial serán refinados por especialistas en acabado de pintura de Landshut. Varios de los componentes de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) también se fabrican en Landshut.
273.000 componentes al año
La planta de Landshut está muy familiarizada con trabajos de pintura especiales como éste. Además de crear pequeñas series y pinturas personalizadas, cada día salen de la planta más de 1.200 secciones de paneles exteriores de plástico pintados en 40 colores estándar y 200 personalizados. Esto supone unos 273.000 componentes al año.
Ahora, la experiencia en pintura personalizada de Landshut también se exhibe en los 50 BMW 3.0 CSL, incluidos los paneles laterales delanteros y traseros, los alerones del techo y traseros, los parachoques delanteros y traseros, los umbrales laterales, el capó, el techo de fibra de carbono y el maletero.
El capó y el techo, ambos de CFRP, se fabrican mediante un elaborado proceso artesanal altamente especializado en la planta del Grupo BMW en Landshut. Gracias al alto porcentaje de fibra de carbono, el BMW CSL 3.0 cuenta con una relación peso/potencia de sólo 2,9 kilos/CV, un excelente ejemplo de construcción ligera inteligente en un coche BMW M que está en una clase propia.
Pintura del BMW al estilo de ‘carreras’
También es evidente desde el exterior que el BMW 3.0 CSL combina lo mejor de cinco décadas de experiencia en el automovilismo: Su pintura, al estilo de los coches de carreras clásicos, luce las franjas M que definen la marca, conocidas como la librea, en azul, azul oscuro y rojo, sobre una base de color Alpine White.
Las franjas de la librea a lo largo de la carrocería trazan la curvatura de sus superficies con gran efecto, reforzando la poderosa estética del Coupé.
Fueron precisamente estas franjas las que plantearon el mayor reto a la hora de pintar las piezas montadas, como explica el Dr. Christian Koch, Director del Proyecto: “Las transiciones entre las franjas M, de un componente a otro, tenían que ser absolutamente perfectas. Por ejemplo, las franjas del panel lateral tienen que estar exactamente a la misma altura que las de la puerta para que las ópticas queden alineadas. Eso requiere muchos conocimientos de pintura, experiencia individual y estilo”.
Se pinta todo, nada de ‘películas’
A diferencia de muchas otras ediciones especiales de gran impacto visual, las franjas no se aplican con película, sino que se pintan. También se requiere una estrecha coordinación con los especialistas de la planta del Grupo BMW en Dingolfing , ya que aplican la pintura a la puerta, así como a la carrocería del BMW 3.0 CSL.
El taller de pintura personalizada de Landshut ha desarrollado un proceso especial para tareas muy exigentes: El diseño de la librea se proyecta en cada componente mediante un proyector láser, de modo que se alinea con precisión con el siguiente elemento de la carrocería.
El meticuloso proceso de enmascarar las líneas entre superficies de distintos colores lo realizan manualmente expertos especialmente formados siguiendo las proyecciones láser. Se necesitan hasta ocho películas de contorno personalizadas y hasta siete capas de pintura para cada componente.
Además de añadir las franjas M, también es tarea de los expertos en pintura de Landshut colocar el distintivo ‘M Power’ en el alerón trasero y el ‘50’ en el techo. Incluso estos detalles, tan importantes para el aspecto del modelo especial, se enmascaran a mano.
La fibra de carbono queda a la vista
Al contrario que con las franjas decorativas, los expertos de Landshut no exponen ninguna capa de pintura, sino que dejan al descubierto la fibra de carbono visible del BMW 3.0 CSL. De este modo, se crean ligeras hendiduras en la superficie que permiten apreciar el material de alta tecnología de los componentes.
Los componentes exteriores individuales del BMW 3.0 CSL se ensamblan en un avanzado taller artesanal de Moosthenning, un emplazamiento externo gestionado por la planta del Grupo BMW en Dingolfing.
“Estamos orgullosos de que la artesanía y el espíritu innovador de nuestros expertos en acabado de pintura altamente especializados hayan contribuido una vez más a crear un modelo especial tan exclusivo como el BMW 3.0 CSL”2, dijo Koch.