Este año las ciudades de más de 50.00 habitantes tendrán que implantar obligatoriamente Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en las que la circulación quedará restringida para determinados vehículos. Esta es una de las medidas incluidas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que persigue como objetivo la descarbonización y la sostenibilidad ambiental. Pero ¿qué opinan los españoles de estas Zonas de Bajas Emisiones?
Para dar respuesta a esta pregunta, el Real Automóvil Club de España (RACE) ha preguntado a más de 1.500 personas cómo ven y cómo creen que puede afectarles la llegada de estas ZBE a sus ciudades. Y los resultados no dejan lugar a dudas: la mayoría es contrario a estas áreas restringidas.
En concreto, el 61% de los encuestados no está de acuerdo con la llegada de las ZBE, principalmente porque consideran que penalizan el uso del vehículo privado sin tener en cuenta otros factores y solo el 31% se muestra a favor de su implantación.
Además, más de la mitad, un 54%, cree que estas zonas responden a “agenda e intereses políticos”, mientras que solo el 35% piensan que la motivación real para poner en marcha estas ZBE en las ciudades obedece a la mejora del medio ambiente. El resto, un 11%, o bien no tienen clara su respuesta o lo atribuyen a otras razones.
Muchas dudas sobre las ZBE
Además de las restricciones a la circulación que supondrán las ZBE, su llegada a las ciudades plantea muchas dudas da los conductores por la falta de alternativas reales para la movilidad de las personas. Un 31% de los encuestados afirma que evitará las Zonas de Bajas Emisiones en la medida de sus posibilidades y un 19% no sabe cómo adaptarse, ya que no les resulta válida ninguna de las alternativas actuales. Además, solo el 14% de los conductores ha cambiado o plantea cambiar su coche por uno que sí cumpla con las restricciones de movilidad de estas áreas.
Por otro lado, preguntados por cómo les afectan en sus trabajos o vida diaria estas ZBE, un 42% responde que se verán afectados en sus desplazamientos particulares (colegios, hospitales…), un 40% en su ocio, un 28% en sus desplazamientos de ida y vuelta del trabajo, y un 15% durante su jornada laboral.
Respecto a quién se verá beneficiado o perjudicado por la implantación de las ZBE, se calcula que el 52% de los habitantes (o trabajadores) de las ciudades de más de 50.000 habitantes se verá afectado por la implantación de estas zonas de circulación restringida. A un 32% no les afectará en su día a día, ya que su forma habitual de desplazamiento estará permitida, mientras que un 11% afirma que quedan fuera de sus viajes diarios.
Trasvase hacia el transporte público
En este sentido, entre todos aquellos conductores que se van a ver afectados por las ZBE, el 71% se desplaza o se desplazaba en coche antes de su puesta en marcha, un porcentaje que, una vez estén todas las ZBE establecidas, se reducirá hasta el 46%.
La mayoría de los afectados por las ZBE que utilizaban el coche particular para sus desplazamientos afirma que cuando entren en vigor en su ciudad las zonas restringidas acudirá al transporte público, que pasará del 13% al 27%, seguido por aquellos que se desplazarán a pie (del 8 al 11%) o en moto, que asciende del 6 al 7%. Opciones como la bicicleta (que se mantendrá como medio de transporte solo para el 1% de los encuestados) o el patinete (que sube de menos del 1% al 1%), siguen siendo residuales.
Además, un 20% de los encuestados cambiará su destino vacacional debido a las ZBE, ya que un 27% afirman disfrutar actualmente de sus vacaciones en ciudades de más de 50.000 habitantes, pero un 32% desconocen el dato. Del total de encuestados, un 41% viajarán en su situación vigente, y usarán en el destino el tipo de movilidad que puedan y un 33% afirman que su vehículo cumple con las normativas. Por su parte, solo un 5% afirman que usarán un vehículo diferente.