El primer ‘gran premio’ de 2023 dejó la primera imagen de una Fórmula 1 que se antoja ya apasionante por sus primeros resultados, en los que Red Bull y Aston Martin han destacado. Siempre y cuando la exhibición de Red Bull en la pretemporada de Shakir encuentre su respuesta este próximo fin de semana, en el Gran Premio de Bahrein.
La ansiedad de certezas que busca el aficionado no casa con las nebulosas respuestas de una pretemporada, en esta ocasión, la más comprimida y corta en décadas. Tan solo tres días para obtener pistas y tendencias desbrozadas entre un cúmulo de distintas condiciones ambientales, diferentes compuestos de neumáticos, cargas de combustible, mapas de motor, y DRS abiertos y cerrados. Cuando, además, el verdadero puzzle de rendimiento de un monoplaza solo puede completarse tras rodar en circuitos de diferente configuración y en distintas condiciones ambientales y de neumático. Sin olvidar que la primera fase alcanza hasta la llegada a Europa, cuando los equipos incorporan sus nuevas evoluciones y abren una segunda etapa.
Red Bull ha dominado con insultante facilidad
En semejante enredadera, Red Bull dejó contundentemente claro que el RB19 seguirá la exitosa estela de su predecesor. Su concepción aerodinámica ha marcado la pauta en la nueva era de efecto suelo, como confirman los diseños de varios de sus rivales, con la excepción de Ferrari y Mercedes, fieles a su propuesta del pasado año. Adrian Newey y su equipo técnico ha pulido un concepto ganador que, de confirmarse las sensaciones de Shakir, podría aplastar a sus rivales. Afortunadamente, como recordaba Fred Vasseur al terminar esta pretemporada, no coincidió el mejor crono de 2022 con la pole y el ganador de la primera carrera. Pero tampoco en la pasada pretemporada se apreció el insolente despliegue de eficacia, velocidad y fiabilidad que Red Bull exhibió en Shakir con el nuevo RB19.
«Después de unas cinco vueltas, estaba prácticamente donde quería estar». Verstappen avisó desde el primer momento. 413 vueltas completadas en total (tres menos que Ferrari), con un programa completo con diferentes configuraciones y simulaciones de carrera, Pérez superaba en tres décimas al segundo mejor crono, mientras que Verstappen sacaba tiempos con insultante facilidad en cualquier tipo de compuesto y circunstancias ambientales. Su simulación de carrera también superó a las de sus rivales. Verstappen se bajaba del coche con el lenguaje corporal -y oral- de quien disfrutaba con una máquina equilibrada y veloz. “Las condiciones van a ser similares a lo que hemos experimentado esta noche”, declaraba Sergio Pérez al cerrar los test con una sentencia preocupante para sus rivales. “Será fantástico empezar la temporada mucho más fuerte de lo que lo hicimos el pasado año” avisaba el piloto mexicano.
En Ferrari han acabado satisfechos
“No era el objetivo del test. Si lo comienzas solo para ver el nivel de rendimiento del equipo estás muerto, porque entonces reaccionarás y trabajarás en función de la hoja de tiempos. Lo más importante es marcar las casillas que hay que marcar y, sinceramente, en esto hicimos un buen trabajo”, resumía Vasseur sobre el trabajo llevado a cabo por Ferrari. A diferencia de la pretemporada de 2022, el equipo italiano no cerró esta con las sensaciones de la pasada, y no tanto por la falta de referencia a una vuelta que el equipo italiano nunca buscó. Sainz y Leclerc coincidieron con su mejor crono casi a la milésima, pero sin fuegos de artificio para comparar. Aunque también dejaban en el aire algunas incertidumbres con su mejorable comportamiento en curva, como insinuaba Charles Leclerc, y la degradación en determinadas simulaciones.
«En general, creo que podemos estar contentos con el test que hicimos. En general, el coche se ve bien en cuanto a rendimiento, pero no sabemos el nivel de combustible de los demás. Lo más importante fue escanear cada tipo de configuración en el monoplaza, porque sabes que las características de hoy (ultimo día) son completamente diferentes a la imagen de la próxima semana”, sintetizaba Vasseur al terminar la pretemporada.
El francés se sentía confiado ante algunas dudas planteadas por su equipo, no tanto por su falta de competitividad, como por la requerida para plantar cara a un deslumbrante Red Bull. Ferrari se habría dedicado a explorar a fondo al SF23, para cerrar el foco ya en el próximo gran premio. “Por nuestra parte hicimos diferentes pruebas con diferentes niveles de combustible. Algunas soluciones funcionaban, otras un poco menos. Pero de nuevo, la carrera de la próxima semana, incluso entre el inicio y el final de la carrera, será una historia diferente”.
“Lo único que puedes juzgar es cuando estás haciendo una simulación de carrera. Porque sabes que, si no paras el coche y das 55 vueltas, quiere decir que empezaste con 110kg. Es la única referencia (para los niveles de combustible) Vasseur también ofrecía el que considera criterio más cercano para valorar el nivel de un monoplaza. Y con este en mano, todos los ojos se volvieron a Fernando Alonso y Aston Martin en la última tarde, confirmando las positivas sensaciones que el piloto y su equipo habían extendido en los dos primeros días.
Aston Martin, la gran sorpresa
“Sí, creo que han dado un gran paso, Parece que su concepto les ha hecho avanzar, y parece que no están demasiado lejos, y Fernando en particular parece muy competitivo». Christian Horner señalaba a Aston Martin como la gran sorpresa en este inicio de 2023 y Toto Wolff se atrevía incluso a señalar que el equipo verde terminaba por delante de Ferrari gracias a una extraordinaria y sorprendente simulación de carrera, en la última noche de la pretemporada. Alonso sacaba fácilmente tiempos rápidos cada día. Los pilotos rivales confirmaban lo bien que ‘pisa’ en curva el AMR23. La ya famosa simulación de Alonso, para sorpresa hasta del propio equipo, destacaba por una contundente regularidad y degradación mínima a pesar del abrasivo asfalto de Shakir.
A falta de la confirmación del Gran Premio de Bahrein, Aston Martin se apunta a la pugna por el cuarto puesto de la jerarquía inicial en 2023, aunque haya quienes le concedan mejor posición. Con el permiso de un Alpine emboscado, plenamente confiando en su potencial, a decir de sus técnicos y pilotos. Quizás, el equipo de Ocon y Gasly se haya emboscado en esta pretemporada 2023, con tandas largas y mucha carga de gasolina de forma recurrente. El francés fue el más lento de todos los equipos, pero tratándose del cuarto en 2022 y uno de los que mejor evolucionó su máquina durante la pasada temporada, cabía deducir que su programa fue deliberadamente pragmático para los planes del equipo.
Mercedes genera dudas
Mercedes, sin embargo, se ha movido entre la incertidumbre y la decepción con el nuevo W14. El equipo alemán no parece situado en ni en cabeza, ni degradado a la clase media. Al menos, por ahora. Sin alejarse de un concepto que no funcionó en 2022 (al menos frente a los de Red Bull y Ferrari), pero insinuando que tiene en la rampa de lanzamiento soluciones alternativas que llegarán durante la temporada. Aunque con mejores cronos que Ferrari, Hamilton y Russell tuvieron que tirar de los compuestos más blandos. Se eliminó el ‘porpoising’ , pero el desconcierto del equipo ante el desbarajuste en pista del W14 en la segunda jornada indica que, como en 2022, Mercedes no tiene todavía controlada su plataforma aerodinámica, y que arrancará en 2023 lejos de Ferrari y Red Bull. Para algunos, incluso por detrás de Aston Martin.
La horquilla de tiempos entre todos los equipos confirmaba la compresión de la parrilla, lo que augura una encarnizada pugna entre los anteriormente mencionados y Haas, Alfa Romeo, AlphaTauri y… un desconcertante McLaren, al que todo indica que esperan tiempos muy difíciles. Que Zak Brown lo avisara mientras sus monoplazas rodaban en Shakir ya era toda una dolorosa declaración de lo que le espera esta nueva temporada de Fórmula 1.
