Este año todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que contar con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). En total serán 149 municipios los que tendrán que crear estas áreas en las que se restringirá la circulación a los vehículos más contaminantes. Con ellas se pretende reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los vecinos pero, para que esto ocurra, «hay que implantar estas ZBE con garantías para los ciudadanos: buena señalización, aparcamientos disuasorios, mejoras en el transporte público y ayudas para renovar los vehículos«, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Se calcula que unos 25 millones de usuarios se verán afectados por estas Zonas de Bajas Emisiones, unas áreas que «siguen generando todo tipo de dudas entre los residentes y las propias autoridades municipales», constata la OCU, hasta el punto de que por el momento de momento solo están activas en muy pocos municipios españoles y en zonas de Madrid y Barcelona.
La mayoría de las localidades que las han impuesto basan sus restricciones de circulación en las etiquetas medioambientales de la DGT, un sistema que la OCU y otros expertos han criticado, explicando que no «responde a las emisiones reales».
Medidas de la OCU para implantar las ZBE
Para la OCU, es importante que las ZBE aporten calidad de vida a los ciudadanos y no supongan un entorpecimiento de sus actividades cotidianas. Por eso, esta organización ha propuesto 7 medidas que ayudarían a facilitar su implantación y a asegurar su eficacia.
- Señalización amplia, clara y bien visible de la entrada a la ZBE, tanto sobre la calzada, como en los laterales, incluyendo dispositivos luminosos. La gran mayoría de las sanciones en las zonas ya activadas se producen como consecuencia del desconocimiento del conductor o de una mala señalización.
- Construcción de aparcamientos disuasorios en los límites de las ZBE, gratuitos y bien conectados con el centro mediante transporte público. Es vital facilitar a los residentes del extrarradio y de poblaciones limítrofes con coches sin distintivo el acceso rápido y sencillo a la ciudad.
- Una apuesta clara y decidida por la movilidad sostenible dando un buen impulso el transporte público, una amplia red de carriles bici protegidos y conectados entre sí, la peatonalización de las zonas históricas y comerciales, además de la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte. Actualmente, hay muchas ciudades donde la red de vías ciclistas es poco operativa y el uso de la bici, en consecuencia, resulta muy minoritario.
- Derecho a entrar en la ZBE con un coche sin distintivo de la DGT tres veces al año. El impacto medioambiental es muy limitado y, a cambio, se facilita la entrada a los residentes en caso de urgencia (por ejemplo, para acudir al hospital), además de a los turistas que esporádicamente visiten la ciudad.
- Cambio del actual sistema de etiquetas ambientales de la DGT para que priorice las emisiones reales frente a la tecnología del motor. Según la OCU «el actual sistema de etiquetas desarrollado por la DGT fue un buen paso inicial para concienciar a los conductores, pero es injusto. Ponen como ejemplo el hecho de que la mayoría de los nuevos modelos con motor de combustión (etiqueta C) contaminan menos que los híbridos enchufables de gran cilindrada (etiqueta Cero Emisiones) una vez agotan su batería que además, pueden circular sin haberse cargado. Mientras que «uno de cada cuatro vehículos de tipo mild hybrid (etiqueta Eco) contaminan en exceso», explican.
- Ampliar las ayudas del Plan Moves para la compra de coches de segunda mano con etiqueta Eco o 0 emisiones dirigidas a familias con rentas bajas a las que no les alcanza para adquirir un vehículo nuevo y lo necesitan para entrar en la ciudad por motivos laborales o familiares.
- Información centralizada sobre las principales características de las 149 zonas de bajas emisiones (ZBE) repartidas por España: regulación, extensión, accesos, situación de los aparcamientos disuasorios y comunicación con el transporte público, etc.