El piloto del helicóptero Pegasus de la Dirección General de Tráfico, DGT, que se estrelló el pasado domingo en una zona cercana a la localidad madrileña de Robledo de Chavela, fue detenido tras dar positivo en cocaína y metanfetaminas. Su arresto tuvo lugar tras un intento de fuga al resultar ileso en el siniestro.
Los agentes de la Guardia Civil detuvieron al piloto por un delito contra la seguridad aérea tras dar positivo en el test de drogas que se le realizó tras el siniestro. El accidente ocurrió hacia el mediodía del domingo después de que el piloto del Pegasus de la DGT intentara un aterrizaje de emergencia en las cercanías del kilómetro 2 de la carretera M-512.
Según fuentes de la investigación citadas por Europa Press, el piloto tiene 60 años y fue detenido en una vivienda de su propiedad situada en la localidad de Villanueva del Pardillo, a unos 30 kilómetros del lugar del accidente. Después de comparecer ante el juez fue puesto en libertad provisional. Ahora, está a la espera de la investigación judicial para adoptar las medidas disciplinarias que correspondan.
Por el momento, no han trascendido las causas que motivaron la decisión del piloto de realizar un aterrizaje de emergencia y en las que el Pegasus, un Europter 355N de la DGT, también quedó dañado, desprendiéndose la cola y con visibles desperfectos.
El copiloto, un operario de cámara de la DGT
El detenido iba acompañado en el helicóptero de un copiloto de 58 años, también perteneciente a la DGT, que resultó herido leve en el siniestro y fue trasladado al hospital de Puerta de Hierro de Madrid tras ser atendido in situ por los servicios de emergencia.
Según detallaba ‘El periódico de España’, el piloto de la DGT detenido estaba en excedencia de un puesto anterior. Según habrían confirmado fuentes sindicales a Europa Press, era bombero de la Comunidad de Madrid, mientras que su acompañante, también es funcionario y operador de cámara del organismo de Tráfico.
Los helicópteros Pegasus son utilizados por la DGT para la vigilancia de las carreteras. En total, el organismo de Tráfico tiene 12 de estas aeronaves desplegadas en España y son una de sus ‘armas estrella’ para controlar las infracciones y frenar los excesos de velocidad.
