Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas urbanas en las que se establecen restricciones de acceso a determinados vehículos conforme a su clasificación. Los coches sin etiqueta lo tienen ya casi imposible para circular por el centro de las ciudades. Y esto está provocando que muchos conductores estén transformando a GLP sus viejos coches y, de esa manera, obtener la etiqueta medioambiental ECO.
No vale cualquier coche
Si tu coche tiene etiqueta C tienes a tiro la solución para saltarte las restricciones de las ZBE. Se trata de vehículos que fueron matriculados a partir de enero de 2006 en gasolina, o enero de 2014 en el caso de los diésel. Este tipo de vehículos cumplieron en su día con la normativa Euro 4, 5 o 6 en materia de emisiones contaminantes.
Si eres conductor habitual de un vehículo de estas características puedes transformarlo para que circule, además de con gasolina, con Autogas GLP (Gas Licuado del Petróleo). También se puede realizar en los diésel, pero la transformación es mucho más complicada, costosa y no hay apenas talleres que la lleven a cabo. El coste de esta operación puede oscilar entre los 1.500 y los 3.000 euros aproximadamente.
Transformaciones a GLP al alza
Y parece que esta ‘simple’ transformación ha calado hondo si nos fijamos en la cantidad de usuarios que lo han solicitado. En 2022 las transformaciones de vehículos de combustión a GLP se incrementaron un 36,5% en términos interanuales, y alcanzaron un volumen de 3.512 unidades, según los datos de la Asociación de Transformadores de Vehículos (Astrave).
Toyota y Dacia lideraron la clasificación de las marcas de coches más transformadas en 2022, una demanda que Astrave achaca principalmente a la necesidad de las grandes flotas de taxis de implementar tecnologías de movilidad «más sostenibles y eficientes».
«Esta tendencia consolida el auge de la conversión a GLP como una de las alternativas de movilidad de transición más efectivas a día de hoy», ha valorado la entidad en un comunicado.
Taxis y conductores particulares se apuntan al GLP
No obstante, la organización ha hecho hincapié en que «esta necesidad es cada vez más patente también entre los conductores particulares» debido a la entrada en vigor a comienzos de este año de la normativa que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a implementar zonas de bajas emisiones.
«Todos los coches de gasolina que estén matriculados a partir de 2006 y cumplan con la norma Euro 4 en adelante (actualmente está en vigor Euro 6), pueden obtener la etiqueta ECO con la transformación a GLP. Un distintivo medioambiental con el que se aseguran no tener inconvenientes para acceder a las zonas de bajas emisiones de aquí a los próximos años», ha resaltado Astrave.
En ese contexto, también ha defendido que repostar GLP «puede llegar a ser» hasta un 40% más barato que con gasolina en función del vehículo.
El GLP es una tecnología de transición necesaria en estos momentos para ir caminando hacia el escenario de descarbonización que plantea la Unión Europea. No obstante, hace falta un mayor compromiso por parte de las administraciones españolas para concienciar a los conductores sobre la existencia de alternativas de movilidad más eficientes que la gasolina y el diésel para cumplir con dicho objetivo», ha señalado el presidente de Astrave, Javier Navarro.