Lanzado en 1999, el Toyota Yaris se acerca al cuarto de siglo de vida alcanzando un importante hito: diez millones de unidades producidas; una excusa perfecta para repasar algunos de los momentos más importantes del incombustible vehículo urbano japonés.
Lanzado en 1999, el representante de Toyota en el segmento B suponía una apuesta definitiva de la marca japonesa por ofrecer un producto realmente adaptado al mercado europeo. De hecho, fue diseñado por el griego Sotiris Kovos en el centro europeo de diseño de Toyota ED2 y, aunque comenzó a producirse en Japón, entre 2001 y 2005 se estuvo fabricando en Francia.
Hoy se fabrica en 10 países distintos (Japón, Brasil, China, Taiwán, Indonesia, Malasia, Pakistán, Tailandia, Francia y República Checa), y de los 10 millones de unidades producidas del Yaris, casi la mitad han salido de Europa, donde hasta finales de 2022 se habían producido 4,6 millones de Yaris.
Aquella primera generación fue reconocida como Coche del Año en Europa en el año 2000, y además hizo doblete ese mismo año en Japón, mercado en el que se comercializaba como Toyota Vitz. En 2021, la actual generación del Toyota Yaris volvería a hacerse con el máximo galardón europeo.
El origen del Toyota Yaris
Pero la historia del Yaris comienza en realidad a mediados de los años 90. Siguiendo la filosofía de otros modelos globales como el Corolla o el Land Cruiser, Toyota quería desarrollar un compacto urbano para uso global.
El concepto base se mostró como prototipo en el Salón de Fráncfort de 1997 y recibió el nombre de Toyota Funtime. Era parte de una familia de varios prototipos que pretendían mostrar la versatilidad de las plataformas de diseño compartidas.
Ya en 1998, durante el transcurso del Salón del Automóvil de París, apareció el modelo definitivo (XP10), que sorprendió por su carrocería relativamente alta y espaciosa, pensada para mejorar la habitabilidad respecto a la media de los automóviles del segmento B de la época.
A su buena habitabilidad, sumaba una amplia superficie acristalada, motores eficientes y bastante dinámicos para la época, un chasis bien puesto a punto y las mejores notas de EuroNCAP en su segmento.
El 1.0 de 68 CV era un auténtico mechero y ofrecía un buen rendimiento para un motor atmosférico, lo que le hizo merecedor del premio al Mejor Motor del Año en 1999. Por su parte, el VVT-i de 1,3 litros desarrollaba 87 CV y giraba con alegría a cualquier régimen de giro, si bien aún quedaba por llegar la versión de 1,5 litros, igualmente atmosférica y con distribución variable VVT-i, que entregaba nada menos que 106 CV e iba aderezada con un bastidor reforzado y un interior deportivo, inaugurando la saga T-Sport. En 2002 aparecería el turbodiésel D-4D de 1,4 litros; el primer motor diésel del mundo íntegramente fabricado en aluminio.
2005: Nace la segunda generación del Toyota Yaris
Para la segunda generación del Yaris (XP90) se buscó profundizar en la amplitud interior, con la intención de ofrecer un habitáculo más cercano al de los modelos del segmento C. Este Yaris contaba con un piso trasero plano (poco habitual en la época) y un asiento trasero partido cuyas dos secciones se montaban independientemente sobre guías longitudinales.
Como novedad, hubo carrocerías de tres o cinco puertas y tres motores distintos. Abría fuego un nuevo VVT-i 1.0 de 69 CV, acompañado del VVT-i 1.3, mientras que el diésel D-4D 1.4 pasaba a entregar 90 CV.
En el Salón del Automóvil de París de 2006 aparecería la versión más deportiva hasta la fecha, con un nuevo motor con distribución variable tanto en admisión como en escape, 1,8 litros y nada menos que 132 CV, gracias a los cuales la velocidad máxima alcanzaba los 194 km/h.
2012: El tercer Toyota Yaris se hace híbrido
En 2012, la tercera generación del Yaris (XP130) volvió a revolucionar el segmento B con la introducción de una variante híbrida, algo lógico en un vehículo urbano pero difícil de llevar a cabo tanto por costes como por la necesidad de reducir el “paquete” híbrido para hacerlo “entrar” en un automóvil tan pequeño.
En torno al 70 % de los componentes del motor tuvieron que rediseñarse hasta conseguir un sistema lo suficientemente compacto y ligero para poder instalarse en el Yaris sin renunciar a un buen rendimiento, el confort interior habitual ni el volumen del maletero del resto de versiones.
2020: Nace el Toyota Yaris actual
La cuarta generación de Yaris (XP210), lanzada en 2020, buscaba una imagen aún más dinámica, con una carrocería más corta, ancha y baja que la del modelo precedente, condicionada en parte por compartir la nueva plataforma global modular de Toyota TNGA (Toyota New Global Architecture).
El sistema híbrido, que ya es la opción elegida por el 80 % de los compradores, llevaba la potencia hasta los 116 CV, y el Yaris lograba convertirse en el modelo más popular de Toyota en Europa, siendo por primera vez el automóvil más vendido en el continente en términos absolutos.
2020: Llega el sorprendente Toyota GR Yaris
En un mercado en el que cada vez hay menos utilitarios y compactos deportivos, Toyota lanza en 2020 uno de los compactos más radicalmente deportivos de la historia del automóvil: el Toyota GR Yaris.
Inspirado en el Yaris WRC, cuenta con una carrocería específica, con paneles de aluminio y techo de fibra de carbono forjada. Su motor es un rabioso 1.6 tricilíndrico sobrealimentado por turbocompresor que rinde 261 CV. Dispone de tracción total con diferenciales autoblocantes opcionales, y es capaz de hacer el cero a 100 km/h en 5,5 segundos.
La unidad 10 millones de la familia Yaris es, no obstante, un más tranquilo Yaris GR Sport en color Gris Ascari que salió de las líneas de producción el 30 de marzo y que promete hacer muy feliz a su diez millonésimo propietario.
