Cuando estamos a poco menos de un mes de presenciar una nueva entrega de la saga Fast & Furious, toca hablar de este inmaculado Nissan GT-R que mucho tiene que ver con esta serie de películas de acción. Y es que esta unidad que tienes ante tus ojos fue debidamente personalizada para el primer largometraje, además de conducido por el difunto actor Paul Walker. Y todo apunta que no será nada barato.
La historia que esconde este sensacional Nissan GT-R daría como para poder escribir un libro. Comenzando por el hecho de que Paul Walker nunca fue el dueño del vehículo, aunque si que se sabe que el actor tuvo en su poder algunas unidades de este extraordinario deportivo de la firma japonesa. Sin embargo Paul Walker estuvo estrechamente involucrado en el desarrollo de esta unidad utilizada en Fast & Furious.
Este Nissan GT-R fue debidamente personalizado por el actor
Entre las modificaciones requeridas por el actor encontramos un nuevo intercooler firmado por Turbonetics, un nuevo sistema de escape Nismo NE-1, así como un equipo de frenos Rotora. Son los especialistas de Bonhams los encargados de sacar a subasta este sensacional Nissan GT-R. Y precisamente son ellos quienes aseguran que su particular motor es capaz de generar 550 CV de potencia.
En el interior de este Nissan GT-R tan especial también encontramos asientos de competición firmados por OMP y debidamente personalizados, un equipo de sonido con pantalla Sony, además de un segundo monitor en la parte superior del salpicadero.
Llegó a Estados Unidos de forma sospechosa
Pero como hemos dicho, la historia que hay detrás de este Nissan GT-R en particular es digna de una película de Hollywood. Tal y como lo fue en su día. Y es que tras terminar el rodaje de esa primera entrega de Fast & Furious, este Nissan GT-R fue incautado por el gobierno de Estados Unidos. Todo ello porque parece ser que no llegó allí de forma ‘legal’ por parte del importador Kaizo Industries. Y es que este último había llevado el deportivo en forma de ‘kit de automóvil’, es decir, totalmente despiezado para luego ser ensamblado en el país de destino.
Bonhams dice que tras una ‘larga y complicada batalla legal’, el Nissan GT-R se salvó de convertirse en chatarra y acabó siendo llevado a Alemania. En dicho país se convirtió en toda una obra de arte que ha estado expuesta en casa de su afortunado propietario, quien ahora parece que ha decidido desprenderse de esta maravilla.
Bonhams saca a subasta este sensacional Nissan GT-R
Como ya hemos dicho anteriormente, los especialistas de Bonhams serán los encargados de buscar un nuevo hogar a este Nissan GT-R en una subasta que va a tener lugar entre los días 28 de abril y 5 de mayo en Bruselas. No todo el mundo tendrá la posibilidad de pujar para llevarse a este sensacional deportivo a su hogar. Y muchos menos los que tengan su cuenta corriente debidamente saneada. Porque apunta a que no será nada barato.