El título no se refiere a lo que ocuparían todos los coches mostrados en el Salón de Shanghái uno detrás de otro. Son los kilómetros recorridos por un servidor viendo coches y más coches. Y me quedaron unos cuantos por ver y más tiempo que dedicar a esta visita a la ciudad china. Porque si hay un año interesante para visitar el Salón de Shanghái y valorar todo el potencial de la industria china, es, sin duda, este. Después de los años de la pandemia del COVID y sus consecuencias, este año, la muestra, ya sin restricciones de ningún tipo es una manera de decir: aquí estamos. Y no solo eso, ahora ya estamos listos para llegar a Europa con todas las de la ley.
Porque este es el año del desembarco definitivo de las grandes marcas chinas… Pero también de otras que nadie conoce o conocía en nuestro continente. Entre otras cosas, porque muchas de ellas no son más que start ups que en estos tiempos de electrificación en los que todo es más fácil, se han lanzado a fabricar coches con total naturalidad. Porque con los coches eléctricos todo se iguala mucho más. Si tienes una plataforma, baterías y software prácticamente lo único que necesitas es una carrocería para poner encima y listo… Ah, y muchas pantallas donde poder vivir la realidad mientras conduces o te conducen; porque ya tampoco está muy claro lo que nos va a deparar el futuro más inmediato.
Con estas premisas, visitar el Salón de Shanghái es bastante apasionante. Por muchos motivos. Lo poco que conocemos de primera mano de la industria del automóvil china clásica se remonta a los grupos clásicos, los que han colaborado –y aprendido– de su relación con marcas occidentales: SAIC, Dongfeng, Chery, BAIC. Todos ellos han hecho negocio con los grandes volúmenes y las adaptaciones de coches europeos al mercado chino.
El Salón de Shanghái, dominado por las nuevas marcas
Pero en estos tiempos, estos grandes gigantes parecen haber perdido el paso… o el control del relato, como se dice ahora. Si hubiéramos visitado Shanghái hace unos años, sus stands hubieran sido, posiblemente, en los que más tiempo habríamos pasado. Pero la tozuda realidad de la movilidad eléctrica parece haberlos dejado un poco anquilosados. No son ellos los que controlan los tiempos de esta nueva movilidad. En lugar de ellos hay otras marcas que frente a esa movilidad clásica proponen la electrificación, el software, la conectividad, la inteligencia artificial… como grandes valores de lo que veremos en nuestras calles y carreteras en no mucho tiempo.
Y esas eran las marcas que más han atraído nuestra atención… Ojo, también porque proponen modelos que nunca hemos visto y, posiblemente, que no veamos nunca por nuestras carreteras. Porque una cosa es tener un coche que más o menos funcione y otra muy distinta, lanzarte con eso a conquistar mercados más allá del doméstico. Y eso solo lo pueden hacer unos pocos que tienen tecnología, calidad, diseño… y músculo financiero para llegar a otros mercados.
Pero hay más motivos, lo explicaba, Mr Li Riufeng, CEO de Wey, la marca de Great Wall Motors que apuesta por la tecnología híbrida enchufable con el Coffee 01 y el Coffee 02 en Europa. «Si te consideras una marca premium, no puedes dejar de lado Europa. Y para llegar a un mercado como Europa tienes que estar muy seguro de la calidad de tus productos». Eso significa que de todas las marcas chinas, solo unas pocas están en disposición de dar el salto.
Las marcas que llegan a Europa mostraban sus novedades en Shanghái
Hay algunas de ellas que ya estamos empezando a conocer por aquí… Y muchas más que veremos, seguro; pero no a todos. De momento, son los BYD, Great Wall Motors (con sus marcas ORA o Wey), Nio, Xpeng, Aiways o el grupo Geely, que aglutina un abanico de marcas que posee o en las que participa de mucho potencial para Europa, pues no en vano el Grupo decidió utilizar know how europeo, el de Volvo, para su abanico de marcas, algunas cien por cien chinas –Zeekr, Lynk & Co– y otras con ADN europeo como Polestar, Smart o Lotus.
Pero junto a estos fabricantes, nos encontramos con otras muchas marcas, con aspecto interesante si nos fijamos en sus stands y sus modelos… aunque debo decir que en algunos casos todas destilan un cierto aroma a hacer lo mismo, al menos en el estilo. Porque nos hemos encontrado réplicas más o menos perfectas o interpretaciones más o menos acertadas del Tesla Model 3 por doquier. También crossover inspirados en el Model Y o el X. Triunfa entre ellos también el estilo Porsche, con el Cayenne, el Macan o el Panamera como clara inspiración; incluso Audi y A7 Sportback han sido suficientemente inspiradores.
Y aquí está, posiblemente, la diferencia entre las marcas con potencial de conquista y las que se centrarán en el mercado chino. Porque más allá de que todas puedan construir coches, en el mundo actual ya no necesitas tener el control de todo, basta con que tengas a tu disposición tecnologías de proveedores y te conviertas en un simple ensamblador. Y claro, si haces eso, tampoco te vas a gastar una millonada en hacer un diseño original, en su desarrollo y homologación…
Y las marcas que no van a llegar también estrenaban modelos en el Salón de Shanghái
Por eso nos encontramos en varias marcas remedos de estos modelos, casi calcados en el concepto aunque cada uno con un toque diferente en el exterior. Y claro, ninguno de ellos lo veremos por Europa. Nos cuesta incluso adivinar la marca en algunos de ellos, con grafías ininteligibles. Pero con la ayuda del plano del salón –este sí está en inglés además de en chino– descubrimos marcas como Avatr, Exeed, Livan, Jetour, Voyah, Deepal, HiPhi, Yuang Hang, Leapmotor o Hycan. Todas hacen más o menos lo mismo, con toques personales, pero ahora mismo parece imposible distinguir uno de otro sin tener a mano el plano.
Eso sí, hay algunas que se ‘atreven’ a enseñar lo que hay hacer en un sector con más de un siglo de trayectoria. La marca a la que nos referimos se llama Aito, que significa Adding Intelligence to Auto (añadiendo inteligencia al automóvil); leído este lema solo nos queda decir… «pues bienvenida sea un poco de inteligencia, por fin…».
Pero entre tanto estilo repetitivo hay originalidad también… No sabemos para qué sirve, pero hemos encontrado cosas irrepetibles y también, por qué no decirlo, inclasificables. En una hipotética categoría que fuera ‘Lo más bestia’, tengo dudas. Por un lado MHero… No, no es que sean mis héroes. Es que la marca se llama así. Y han presentado un todoterreno muy bestia, el 917.
Algunos modelos inclasificables
Claro, que viendo después el Karlmann King, creo que los chicos de MHero se van a quedar sin premio. Porque para hacer esto hay que es, nada más y nada menos, que el todoterreno más caro del mundo… además de otras cosas que se pueden decir sobre él, hay que ser muy sobrado para presentar esto, que podríamos llamar ‘la madre de todos los todoterreno’.
En el lado contrario, en el de los ‘adorables’ utilitarios que son legión en Oriente –más en Japón que en China, es cierto–, un simpático urbano que nos recuerda, en cierto modo a aquel inocente Seat 600 de los años 60. Es de Changany se llama Lumin… y tiene esa mirada tierna de los dibujos animados chinos con grandes ‘ojos’ redondos. Nada que ver con otro utilitario de Bestune, tuneado en diferentes versiones, desde un cabrio a una decorada con una de esas ‘mascotas’, con aspecto de pingüino, que tanto se estilan por estos lares.
También imposible de explicar o de clasificar es este ‘monovolumen’ de GAC, el Trumpchi Lvjing Space Concept con doble puerta de alas de gaviota en la parte trasera y apertura normal en el lado del acompañante –para la puerta del conductor se acabó el presupuesto y no le han puesto–. No sabemos si el nombre Trumpchi tiene que ver con el ex presidente americano; pero sí estamos seguros que el interior parece la salita de casa: sofá, mesita, butaca… Lo justo para que te lleven mientras juegas una partida de cartas o tomas un refrigerio.
Y qué decir del Hiphi Y, un SUV cuadradote con –cómo lo podría explicar–, apertura de ventanas traseras en alas de gaviota… ¿Tendrá algún sentido? ¿Tal vez en China se circula con el techo abierto solo en la parte trasera? ¿Es una tendencia para que los pasajeros de los asientos traseros disfruten, solo ellos, del contaminado aire del país? Se me escapa la respuesta… Tal vez haya que preguntar a los de Aito (ya saben, los de la inteligencia del automóvil) para entenderlo. Por cierto, estos de Aito no son tontos… han replicado con mucho estilo el Porsche Macan, incluso el Coupé en un modelo que ellos denominan M5.
Pero también ha habido en el Salón de Shanghái muchos e interesantes coches ‘de verdad’
Ah, además de todo esto, hubo coches de esos que nos gustará ver y conducir por nuestras calles, y no solo de las marcas chinas que ya han anunciado o están preparando la llegada a nuestras tierras. La importancia del mercado chino es tal que ha habido unos cuantos estrenos de las marcas clásicas, tanto europeas como de otros continentes. El Porsche Cayenne ha mostrado aquí su nueva generación.
También el imponente Mercedes Maybach EQS SUV ha debutado aquí; o el más potente de los BMW i7, el M60. También se veía el Volvo EX90, el gran SUV eléctrico de la marca sueca. Y con la misma base tecnológica, Polestar –la firma creada entre Volvo y Geely– ponía el 4, nuevo miembro de una familia que con esté –más el 2 y el 3– parece claro candidato a acabar con la tiranía de Tesla entre los que buscan exclusividad, estilo y tecnología en una marca cien por cien eléctrica.
Por parte de Lexus, su aventura familiar con el LM, un gran monovolumen de imagen poderosa y peculiar en el frontal, es cierto. El MG Cyberster, ese descapotable eléctrico que recuerda a los clásicos de la marca británica, también destacaba, lo mismo que Smart, que está lanzando ahora en España el #1, mostraba aquí el #3, un crossover coupé.
Y si nos fijamos en las marcas chinas que van a llegar o ya lo están haciendo, a Europa, también hay interesantes novedades. En Great Wall Motors, que aún no está en España, pero que la veremos este año, en cada una de sus dos marcas, una novedad. En Wey, que se centra en la tecnología híbrida enchufable, el Coffee 02 se une al 01 que ya probamos hace unos meses. Ofrece más tamaño y similares características de rendimiento. Ora, la marca cien por cien eléctrica que tiene ya en Europa el Funky Cat, mostraba una berlina con aire de coupé. Se llamará 07 y llegará en 2024.
Y aquí también, Tesla parece el objetivo a batir
BYD tenía en el stand, además de los dos modelos que acaba de anunciar para añadirlos a su gama recién llegada a España, el Dolphin y el Seal –con este, por cierto, al Tesla Model 3 le pueden a empezar a dar sudores fríos– el Song L Concept (para poner nervioso a Tesla esta vez con el Model Y).
La gama de Nio estaba toda en posición de salida preparada para una conquista que ya ha empezado en algunos países –al nuestro aún van a a tardar– y otra de esas firmas con origen chino pero rasgos suecos –Zeekr– también mostraba una gama que además de un estilo elaborado cuenta como argumento al menos para el titular, de ofrecer autonomías de hasta 1.000 kilómetros. Xpeng mostraba otro SUV, el Xpeng G6, que por sus rasgos parece pensado para que el Tesla Model Y no duerma tranquilo… Qué fijación con la casa de coches del dueño de Twitter.
Con estas y otras cositas, se nos fueron pasando los 16 kilómetros recorridos en un Salón de Shanghái que pone de relieve que, ahora mismo, el epicentro del mundo del automóvil está allí. Por mucho que los europeos nos sintamos el centro del mundo, en realidad es China el lugar donde las principales páginas del presente y el futuro se están escribiendo. Lo corrobora Maximiliano Missoni, director de Diseño de Polestar, cuando le pregunto en qué cliente o en qué país piensa al desarrollar un coche global; y su respuesta es clara: «Obviamente tratamos de hacer coches que se ajusten a todo el mundo, pero cada vez más hay que fijarse en China, que es donde está ocurriendo toda la innovación».