Los e-fuels, los combustibles sinténtidos que finalmente podrán propulsar los coches de combustión a partir de 2035 (fecha en la que Europa ha prohibido la venta de automóviles con motores tradicionales), están ya en fase de pruebas por parte de algunos fabricantes.
Stellantis ha sido el primer grupo automovilístico que ha reconocido que «está finalizando» las pruebas de los combustibles sintéticos (‘e-fuels’) en distintos tipos de motores de combustión para «ayudar a acelerar el potencial» de reducción de emisiones de carbono en 28 millones de coches con este tipo de propulsores fabricados por las marcas del grupo desde 2014 en Europa.
La Comisión Europea dio luz verde hace pocas semanas a la prohibición de vender vehículos con motores de combustión, incluidos los diésel, gasolina e híbridos, a partir de 2035 después de que Alemania accediese a levantar su veto tras forzar un acuerdo para aclarar el encaje que tendrán a partir de esa fecha los combustibles sintéticos, e-fuels.
Ahora, Stellantis, que agrupa a marcas como Citroën, Fiat, DS, Lancia, Opel Alfa Romeo o Peugeot, entre otras, reconoce que sigue comprometida con vender únicamente turismos 100% eléctricos de batería en Europa para 2030, pero está probando el uso de estos e-Fuels para reforzar la reducción de las emisiones de carbono.
E-fuels: podrían utilizarlos 28 millones de vehículos de Stellantis
Los e-fuels son combustibles sintéticos fabricados a partir de CO2 atmosférico capturado y energía renovable. Y, en concreto, el consorcio está probando y validando 28 familias de motores construidas entre 2014 y 2019, tanto de gasolina como diésel, en un proceso que incluye pruebas sobre las emisiones del tubo de escape, la capacidad de arranque, la potencia, la resistencia de fiabilidad, la dilución del aceite, el depósito de combustible, los conductos de carburante y los filtros, entre otros elementos.
La solución del uso de ‘e-fuels’ podría aplicarse «en los hasta 28 millones de vehículos de la flota de Stellantis, con el potencial de reducir hasta 400 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Europa desde 2025 hasta 2050«, ha explicado Stellantis.
La adopción de estos e-fuels por parte de los conductores, «ofrecería a los clientes con vehículos de combustión existentes una opción fácil y asequible para descarbonizar sus coches sin necesidad de sustituirlos, actualizar el sistema de combustible del motor o esperar una nueva red de infraestructuras», concluyen.
Stellantis está «redoblando la lucha contra el calentamiento global probando combustible neutro en carbono como solución complementaria a nuestro enfoque holístico de descarbonización, según afirma el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares. «Debemos encontrar alternativas inteligentes para hacer frente a las emisiones de CO2 de los 1.300 millones de coches con motor de combustión interna existentes”, añade.
Dudas con el precio
Con grupos como Stellantis haciendo pruebas sobre la viabilidad de los combustibles sintéticos en sus motores tradicionales parece que aumentan las probabilidades de tener coches de combustión más allá de 2035. Pero ya hay algunas voces que han alertado sobre los desorbitados precios que pueden tener estos e-fuels
La organización Transport & Environment (T&E) calcula, por ejemplo, que el coste medio de llenar un depósito con este tipo de combustibles podría llegar hasta los 210 euros, situándose en 2,8 euros el litro al final de la década.
Un aspecto que han confirmado algunas marcas como Repsol, quien ha anunciado que lanzará al mercado este año combustibles sintéticos, que serán más caros, pero espera que a medida que se popularicen su precio se vaya ajustando.