El Bolide se reveló por primera vez, como un prototipo experimental, a finales de 2020. Se trataba de un hiperdeportivo muy ligero destinado en exclusiva al uso en circuito. Aquel ambicioso sueño se está transformando en realidad, ya que acaba de entrar en la próxima fase de pruebas de su desarrollo.
El Bolide se comenzó a construir alrededor del icónico motor W16 con cuatro turbos, para a partir de ahí construir el automóvil más ligero posible. Su carrocería minimalista está diseñada cuidadosamente para aprovechar al máximo la carga aerodinámica y la refrigeración más eficiente.
Christophe Piochon, presidente de Bugatti Automobiles, dijo: «El Bolide está pisando un nuevo terreno para Bugatti. Nunca antes se había combinado un motor tan potente con un diseño ultraligero para crear un coche de pista que ofrezca niveles de rendimiento en el automovilismo. Casi todos los componentes han sido analizados y rediseñados para garantizar que Bolide sea tan ligero, capaz y confiable como nuestros estrictos objetivos lo requieran. La siguiente fase de desarrollo es un hito importante en la creación de un automóvil que lleva la filosofía de «la forma sigue al rendimiento» de Bugatti a un nuevo nivel».
El Bolide tiene una relación peso-potencia excepcional
Según los últimos datos obtenidos, se espera que el W16 del Bolide entregue una potencia de 1.600 CV y un peso en vacío de 1.450 kilogramos; es decir, que mejora la relación 1:1 (un CV para cada kg) que ya se considera excepcional. Sin duda son unos datos excepcionales, aunque inferiores a los anunciados hace unos meses, que situaban el rendimiento del W16 en 1.850 CV y el peso en vacío del conjunto en 1.240 kilogramos.
Aunque en esencia se trata del mismo bloque que se utiliza en el Bugatti Chiron, las particularidades del chasis monocasco de carbono han obligado al ajuste de componentes como la refrigeración, la transmisión y la suspensión; todo un reto de ingeniería debido al poco espacio disponible. El propio motor también presenta diferencias en su funcionamiento, como el hecho de que los cuatro turbocompresores siempre estén funcionando al unísono.
Los nuevos anclajes de la suspensión, con cojinetes uniball, permiten lograr un importante aumento en la rigidez y una respuesta más precisa que en el modelo de calle. El Bolide también utiliza balancines de titanio impresos en 3D para ayudar reducir el peso todo lo posible.
El sistema de frenado ha sido adaptado a las exigencias de rodar en un circuito. Mientras el Chiron incorpora unos discos carbocerámicos, en el Bolide son totalmente de carbono, que resultan aún más resistentes al calor. Dado que para proporcionar su máxima efectividad deben calentarse completamente, los ingenieros de Bugatti diseñaron unas nuevas pinzas que generan y absorben calor de manera más eficiente. Los discos tienen un diámetro de 390 milímetros y cuentan con una cubierta de carbono en cada rueda para ayudar a proteger las llantas del calor extremo generado por los frenos.
Como corresponde a su condición de coche diseñado exclusivamente para circuito, las llantas de 18 pulgadas del Bolide están equipadas con neumáticos slick de Michelin; en el caso de los traseros, con los mismo que equipan en los monoplazas LMDh que compiten en el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC).
El Bugatti Bolide será construido acorde a las normativas impuestas por la FIA en materia de seguridad, lo que significa que vendrá equipado con sistema HANS, extinción automática de incendios, tanque de carburante de seguridad, llantas con bloqueo central, arneses de seis puntos de sujeción…
Las primeras entregas del Bolide comenzarán en 2024, con una producción limitada a solo 40 unidades a un precio unitario neto de cuatro millones de euros cada una.