El Hyundai Ioniq 5 AWD y uno de los dos Hyundai Staria 4×4 participantes en la última edición del Desierto de los Niños eran los protagonistas en el escenario de la nave del Race en la que Nacho Salvador, responsable del viaje, y representantes de varias de las empresas y organizaciones que participan esta aventura solidaria han hecho balance sobre su más reciente edición.
Y es que, como novedad, Hyundai llevó este año una unidad del Ioniq 5 AWD entre los Tucson 4×4 y Santa Fe 4×4. Además, el Hyundai Staria 4×4 repitió participación, con dos unidades, en una de las cuales viajaban las voluntarias de la fundación Alain Afflelou, quienes llevaron a cabo cerca de 500 graduaciones de la vista en las diferentes poblaciones que componen la ruta.
El Hyundai Ioniq 5 AWD, protagonista del Desierto de los Niños
Sin duda, la mayor expectación de esta decimoséptima edición la levantó el Hyundai Ioniq 5 AWD, el primer vehículo 100 % eléctrico en completar una expedición a Marruecos como la del Desierto de los Niños.
Nos cuenta el propio Nacho Salvador que ya en la aduana los propios responsables del paso fronterizo no se creían que este vehículo fuera a completar el recorrido, y no estaban por la labor de dejar entrar al Ioniq 5 con la segunda rueda de repuesto.
Y es que en Hyundai optaron por llevar dos ruedas, ya que el Hyundai Ioniq 5 AWD llevaba diferente medida de neumático con respecto a los Tucson, Santa Fe y Staria, lo que hacía aconsejable contar con una segunda rueda de repuesto, ya que no las podía compartir con aquellos.
En todos los casos, los neumáticos M+S fueron proporcionados por Hankook, y eran, junto con las defensas de chapa instaladas por Promyges en los bajos, las únicas modificaciones con las que contaban los vehículos.
Nacho Salvador nos cuenta que no hubo en esta ocasión ni un solo incidente relacionado con los neumáticos, lo que tiene mérito teniendo en cuenta el terreno pedregoso por el que discurren algunos de los tramos del recorrido.
Como curiosidad, Nacho nos comenta que el Hyundai Ioniq 5 AWD les obligó a buscar una solución para poder seguir empleando el gato hinchable en las operaciones de rescate en la arena, un implemento que se infla con los gases del tubo de escape y que, por tanto, no se puede utilizar en un coche eléctrico… o sí.
Para poder inflar este gato neumático con el Hyundai Ioniq 5, se empleó un compresor eléctrico alimentado por la propia batería del vehículo gracias a la función Vehicle to Load (V2L), que permite a los modelos eléctricos de Hyundai suministrar corriente a través de su puerto de carga como si se tratara de un enchufe doméstico.
Casi 20 años del Desierto de los Niños
Hablamos de la decimoséptima edición y del decimonoveno año, ya que la pandemia de la Covid-19 mantuvo cerradas las fronteras marroquíes durante más de un año, si bien Nacho Salvador nos explica que el trabajo solidario no se detuvo durante este tiempo.
En esta edición, además, la acción solidaria “Un bosque en el desierto” pudo llevarse a cabo gracias a la aportación de la red de concesionarios Hyundai. Durante el viaje se plantaron unas 50 palmeras de un palmeral que contará con 500 unidades en la localidad de Fezzou, con lo que se contribuirá a enriquecer la economía local.
Por otra parte y como cada año, el camión solidario de Bujarkay repartió una gran cantidad de material escolar adquirido en Marruecos para fomentar, igualmente, la economía local. También Cifal-Madrid puso su granito de arena repartiendo chalecos reflectantes y material formativo, algo crucial en un país en el que los largos desplazamientos a pie por los arcenes de las carreteras son habituales.
Además, Nacho Salvador nos explicó la gran importancia que tiene este material en un momento en el que el desarrollo de la red de carreteras marroquí está en auge, y muchos de los habitantes de las aldeas que hasta ahora caminaban al borde de las pistas de tierra o las cruzaban lo hacen ahora por carretera, donde los vehículos circulan a mucha mayor velocidad.
Hubo incluso importantes aportaciones de algunos de los participantes particulares, como unos columpios que se instalaron en una de las aldeas por las que discurre la caravana solidaria.
En esta ocasión, El Desierto de los Niños ha sido disfrutado por un total de 161 personas a bordo de 46 vehículos a lo largo de casi 2.000 kilómetros de un recorrido que comenzaba y terminaba en Tánger, discurriendo por paisajes tan dispares como los valles del norte del país, las montañas de la cordillera del Atlas o las áridas pistas del sur, con la arena y las piedras como destacadas protagonistas. Como novedad, se visitó la localidad de Chauen, con sus características calles azules.
El año que viene, el palmeral de Fezzou seguirá creciendo, se construirá un pozo y se harán las canalizaciones necesarias para alimentarlo.
En unos años, sus dátiles serán una destacable aportación para la economía local de esta aldea en la que la escuela Federico Granda, inaugurada por Hyundai en 2018, es ya una importante contribución para ayudar a la prosperidad de este núcleo de población ubicado una un recóndita “esquina” del desierto, de un desierto implacable pero rebosante de humanidad… del Desierto de los Niños.