Actualmente, Audi cuenta con una de las gamas de SUV más amplias del mercado. Pero hubo una época en la que no era así, y un único modelo portaba en su nombre la ‘Q’ que ahora caracteriza a estos modelos. Y ese no era otro que el Q7. Hablamos del año 2006, una época en la que el segmento estaba aún por desarrollar y este modelo fue uno de los primeros en ofrecer un habitáculo para siete ocupantes.
El actual Q7 corresponde a la segunda generación, lanzada en 2015 y renovada en 2020. Y por lo que se ve en las fotografías facilitadas por CarPix, este gigantón aún pasará por otra actualización antes de que llegue una teórica tercera generación… que aún no está confirmada de manera oficial.
De hecho, el hecho de realizar una segunda puesta al día no es algo habitual en la marca, lo que denota la necesidad de estirar unos años más para tomar un cambio de rumbo con la siguiente entrega. En la hoja de ruta presentada por Audi no hay menciones a este modelo, aunque de la nueva política de nomenclaturas se puede extraer que el futuro Q7 no sería un modelo 100 % eléctrico, sino que conservaría los motores de combustión interna (probablemente con electrificación).
Audi Q7 2024, un paso intermedio hacia un futuro por definir
Pero centrémonos en esta renovación, que verá la luz a principios de 2024. Con la pérdida de camuflaje se aprecian con claridad unos faros completamente diferentes a los del actual modelo, cada uno de ellos con una tira de led horizontal que hace la función de luz diurna e intermitente.
Otro de los aspectos que se ve con total claridad es la nueva parrilla, con unas aberturas más grandes. Ante la imposibilidad de ocultar esta parte, la marca alemana se ha esmerado en ocultar otra de las grandes novedades, estrenada en el Q8 e-tron, como es el logotipo sin relieve. Obviamente, todos estos cambios conllevan modificaciones en paragolpes delantero.
En la parte trasera podemos ver los mismos cambios, nuevos gráficos de luces traseras (ocultos bajo alguna lámina de colores) y un nuevo parachoques. Las salidas de escape también se ven diferentes a lo que podemos ver en el actual modelo. Además, no sería de extrañar la inclusión de un difusor con función más estética que aerodinámica.
Respecto al interior, los fotógrafos de CarPix señalan que no han apreciado grandes cambios en el diseño, por lo que las novedades se podrían restringir a un volante diferente y a algunas actualizaciones del sistema de infoentretenimiento.
Más importancia a los híbridos enchufables
En la parte mecánica, la principal disyuntiva recae en si Audi mantendrá su apuesta por los motores diésel o si centrará la oferta en los híbridos enchufables. La actual gama del Q7 consta de dos TDI V6, con 231 y 286 CV (45 TDI y 50 TDI, respectivamente), y otros tantos híbridos enchufables, con 381 CV (55 TFSIe) y 462 CV (60 TFSIe). En gasolina, el único disponible es el prestacional SQ7 con el motor 4.0 V8 biturbo de 507 CV.
Sea como fuere, lo que es seguro es que Audi deberá aumentar de manera significativa la autonomía eléctrica de los PHEV, un aspecto donde actualmente están a la cola del segmento con un rango que supera por poco los 50 kilómetros. Por poner un ejemplo, un BMW X5 xDrive50e con 489 CV tiene 110 kilómetros de autonomía eléctrica homologada. Obviamente, la mejora pasa por reemplazar la batería de 14,4 kWh de capacidad útil por una de mayor tamaño (por ejemplo, la del BMW X5 PHEV tiene 25,7 kWh netos).