La familia Alpine no deja de crecer en España. Prueba de ello es la cita que reunió a medio centenar de vehículos de la marca procedentes de toda la geografía española en la mayor concentración que ha tenido lugar en nuestro país.
El encuentro tuvo lugar en la localidad de Molina de Aragón (Guadalajara) y en el mismo los fans de Alpine celebraron los 60 años del inicio de producción de la marca en España, donde entre 1963 y 1978 se ensamblaron 1.900 unidades en la planta de Valladolid.
La fabricación de los modelos Alpine en España se inició con el A108 en una nave de 500 m2 ubicada en la Factoría de Valladolid. En 1967 llegó a la planta el A110, un modelo que se produjo por última vez en nuestro país.
Modelos Alpine de todas las épocas
Los fans de Alpine disfrutaron de la conducción por las espectaculares carreteras del Parque Natural del Alto Tajo al volante tanto de vehículos históricos de la marca –A110, A310, A610 y V6– como de los modelos de la gama actual, formada por el nuevo A110, A110 GT y A110 S.
Dos tercios de los vehículos que participaron en esta gran cita de Alpine eran clásicos, producidos entre las décadas 60 y 90. Muchos de sus propietarios habían estado también presentes en la concentración celebrada en el circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) el pasado año, a la que llegaron entusiastas de la marca procedentes de toda Europa.
En esta cita, los propietarios de los modelos clásicos tuvieron la oportunidad de conducir la nueva gama de la marca y también de conocer los planes de futuro de la misma, que se convertirá en completamente eléctrica a partir de 2026.
La marca está desarrollando en la actualidad lo que denomina su ‘Dream Garage’, que estará formado por tres modelos exclusivos e innovadores, todos ellos 100% eléctricos: un compacto deportivo del segmento B, un crossover GT y un sustituto del A110.
“Esta concentración ha permitido a los propietarios de Alpine compartir nuestra pasión, viviendo una experiencia única y reforzando la comunidad Alpine en España, que nació hace ya 60 años. Todos tenemos claro que la sensación de conducir un Alpine es única. Para mí, hacerme con uno de ellos es sinónimo de invertir en felicidad y, por lo tanto, en salud«, ha explicado Alberto Usero, organizador de la concentración.