No hay muchos coches eléctricos que superen los 300 km/h. A pesar de contar con elevadas cifras de potencia, casi todos los modelos tienen su velocidad limitada para evitar drenar su batería en pocos kilómetros y someterla a un esfuerzo extra.
Otra importante razón por la que los automóviles eléctricos no suelen desarrollar todo su potencial en materia de velocidad máxima es porque eso requiere disponer de un desarrollo final muy desmultiplicado, lo que puede perjudicar tanto la capacidad de remolque como el consumo en condiciones normales, al obligar a los motores eléctricos a tirar constantemente de un desarrollo excesivamente largo o a disponer de dos relaciones de transmisión.
En cualquier caso, hay unos pocos valientes que se han atrevido a explotar todo el potencial de sus sistemas de propulsión eléctricos, alcanzando velocidades máximas que superan los 300 km/h… e incluso los 400 km/h.
Rimac Nevera: 412 km/h
El superdeportivo biplaza croata es el eléctrico más rápido del mundo, con una velocidad máxima de 412 km/h. Se trata de un coupé biplaza de 4,75 metros que cuenta con un motor eléctrico en cada rueda. Para alimentarlos se emplea una batería de iones de litio de 120 kWh.
La potencia total de su sistema motriz es de 1.914 CV, y gracias a ella logra pasar de cero a 100 km/h en 1,97 segundos, mientras que los 200 km/h se alcanzan en 5,8 segundos. No menos destacable es la cifra de par motor, con un máximo de 2.360 Nm, cifra que permite al Nevera contar con una única relación de desmultiplicación entre cada uno de sus motores y su correspondiente rueda.
Aspark Owl: 413 km/h
Quizá lo más sorprendente del Aspark Owl sea su relativamente pequeña batería, de 64 kWh útiles (69 kWh brutos), ya que el resto de sus cifras parece ciencia ficción. Hablamos de un superdeportivo biplaza de 4,79 metros de longitud dotado de un motor por rueda que desarrolla una potencia conjunta de 2.012 CV. Esta potencia le permite no solamente alcanzar los 413 km/h, sino acelerar de cero a 100 km/h en 1,75 segundos.
Desarrollado en Japón y fabricado en Italia, presume de un par máximo de 2.000 Nm, lo que no le impide contar con una transmisión de dos velocidades. Si quieres uno, su precio base es de 2,9 millones de euros.
Tesla Roadster: 400 km/h
Si el primer Tesla Roadster era un deportivo compacto, la segunda generación crece hasta los 4,40 metros de longitud y ofrece un habitáculo de cuatro plazas bajo el cual se ubica una gigantesca batería de 210 kW que alimenta a un motor eléctrico delantero y dos traseros capaces de liberar 1.496 CV.
Con semejante hardware, la velocidad máxima alcanza los 400 km/h, mientras que el paso de cero a 100 km/h se lleva a cabo en 2,5 segundos. Su producción dará comienzo en los próximos meses.
Pininfarina Battista: 350 km/h
Diseñado y fabricado por Pininfarina en Múnich con un pack de baterías de 120 kWh netos proporcionado por Rimac, el Battista es un deportivo biplaza de 4,91 metros de longitud que cuenta con un motor en cada rueda y desarrolla 1.926 CV y 2.640 Nm.
Su velocidad máxima es de 358 Km/h, pero aún más impresionante resulta su aceleración, con un paso de cero a 100 km/h en 1,86 segundos.
Lucid Air Sapphire: 330 km/h
Fundada en 2007 como Atieva, Lucid Motors es una empresa norteamericana que originalmente se dedicaba a la fabricación de baterías y que en 2016 dio el salto a la producción de coches eléctricos.
El Lucid Air es una berlina de 4,97 metros de longitud que comenzó a comercializarse en 2021 para rivalizar con el Tesla Model S, y la versión Sapphire tiene la intención de convertirse en la berlina más rápida del mundo, destronando al Tesla Model S Plaid.
Para ello cuenta con tres motores eléctricos y una batería de 112 kWh netos; un conjunto que desarrolla 1.216 CV y permite al vehículo pasar de cero a 100 km/h en 1,95 segundos, así como alcanzar los 330 km/h.
Maserati GranTurismo Folgore: 325 km/h
Modelo icónico de Maserati, el GranTurismo estrena segunda generación con una gama en la que las versiones de gasolina conviven con el eléctrico Folgore. Se trata de un coupé de cuatro plazas propulsado por tres motores eléctricos que desarrollan 761 CV, potencia suficiente para que el GT italiano alcance los 325 km/h.
Su batería dispone de 83 kWh útiles y 92,5 kWh brutos, lo que le da una autonomía de 450 km y permite a sus sistema motriz desarrollar 1.350 Nm, gracias a los cuales la aceleración de cero a 100 km/h se lleva a cabo en 2,7 segundos, mientras que en el paso a 200 km/h se invierten 8,8 segundos.
Lotus Evija: 322 km/h
Con una longitud de 4,46 metros, el Lotus Evija es un deportivo biplaza dotado de un motor eléctrico en cada rueda, motores que se alimentan de una batería de 70 kWh netos desarrollada por Williams.
El modelo británico eroga 2.039 CV y 1.704 Nm, potencia y par suficientes para alcanzar los 322 km/h y para pasar de cero a 100 km/h en 2,9 segundos. La autonomía es, de largo, lo peor del Evija, que únicamente es capaz de recorrer 346 km con una sola carga.
Tesla Model S Plaid: 322 km/h
La segunda y última berlina que se cuela en el club de los eléctricos que superan los 300 km/h es, cómo no, el Tesla Model S Plaid. A la venta desde 2012, la berlina grande de Tesla fue profundamente renovada el año pasado, y ese rediseño de gama sirvió par introducir la versión de mayores prestaciones, dotada de tres motores eléctricos y una batería de 95 kWh útiles que forman el núcleo de un sistema de propulsión de 1.033 CV y 1.420 Nm.
Semejante cifras permiten al modelo norteamericano alcanzar los 322 km/h y parar el cronómetro en los 2,1 segundos en el paso de cero a 100 km/h, mientras que los 200 km/h caen en solamente 6,1 segundos, todo ello con una autonomía de nada menos que 600 kilómetros y un precio de 129.990 euros, una cifra alta en términos absolutos pero muy competitiva si se tiene en cuenta todo lo que ofrece este vehículo.
