Según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, los precios de los coches nuevos han subido un 40% en los últimos cinco años. A esto hay que sumar el incremento que han experimentado los combustibles y la electricidad. Por eso, si estás planteándote comprar coche y no quieres gastar de más, es importante saber qué tecnología te saldrá más barata a larga.
¿Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico? En la OCU han sacado la calculadora y han echado cuentas para conocer el gasto cada 100.000 kilómetros de cada tipo de motor y a partir de cuántos kilómetros compensa un determinado tipo de tecnología, por ejemplo, el motor eléctrico o el de gasolina. Estas son sus conclusiones.
1El precio por kilómetro recorrido
El coste por kilómetro de un automóvil a lo largo de su vida se calcula a partir de una serie de costes fijos, entre los que se incluyen el coste de la compra, los seguros e impuestos, y otros costes variables que dependen del uso que se hace del vehículo y de los kilómetros recorridos, como son el combustible o el mantenimiento.
Para calcular el coste de recorrer 100.000 kilómetros, la OCU ha tenido en cuenta el coste en combustible sobre el consumo de un automóvil de tamaño y potencia medios. Para esto, han partido de un precio de la gasolina de 1,63 euros/l; de 1,48 euros/l para el diésel, de 0,95 euros/l para el GLP y de 0,2 euros/kWh en el caso de la electricidad.
En los automóviles híbridos enchufables se ha estimado que el uso del mismo es un 70% con electricidad y un 30% con gasolina, mientras que en los coches con motor bifuel gasolina-GLP, se ha supuesto un uso 100% con GLP.
Además, a todas las tecnologías se ha supuesto el mismo coste de seguro y mantenimiento independientemente del tipo de motor (aunque en realidad el seguro depende del tipo de motor, la marca y modelo del coche, potencia, etc).