El hidrogeno verde se presenta como una fuerte alternativa de almacenamiento de energía para el suministro a la red de usuarios, y así lo reflejan la cantidad de proyectos en marcha y las inversiones obtenidas en el sector.
El aumento de las estaciones de servicio que suministran hidrogeno verde, pone en evidencia que existen otros caminos a explorar, antes de apostar por la electrificación total del sector automovilístico y de transportes, como única solución, para colaborar en la continua lucha contra el cambio climático.
1Un escenario que provoca investigación e innovación
Con las alarmas encendidas desde hace décadas, y pese al escepticismo de parte de la población mundial, las agendas políticas se vienen enfocando en la lucha medioambiental para mantener la pureza del planeta que nos ha de cobijar, a nosotros, mientras vivamos y a los que vienen detrás como sucesores.
Esto provoca cambios trascendentales en la forma de entender, el día a día y el paso por la vida. La movilidad y el transporte, que durante mas de cien años ha dependido del petróleo, ha de configurarse en favor de una sostenibilidad medioambiental mas limpia.
Así nacen los proyectos de energías renovables, desde hace décadas representados por las eólicas y fotovoltaicas, como generadoras de energía. Y posteriormente, la conceptualización del vehículo sin motor de combustión, dinamizan el factor de investigación necesario para expandir los ámbitos de trabajo a los diferentes tipos de modelo energético aplicables al transporte.