En 1983, el lanzamiento del Renault Espace supuso una auténtica revolución en el mercado europeo. Cuarenta años después, la sexta generación del automóvil que popularizó el concepto de monovolumen vuelve dispuesta si ya no a revolucionar el mercado nuevamente sí a ofrecer un producto que reúne algunas de las características más destacables de las cinco generaciones precedentes.
El nuevo Renault Espace renuncia, no obstante, al concepto monovolumen para adoptar una carrocería de estética SUV, si bien no hay disponibles versiones de tracción total ni se las espera. Es, simplemente, lo que el cliente demanda, según nos confiesan los responsables de Renault durante la presentación internacional del vehículo.
Así es el Renault Espace VI
Técnicamente, el Renault Espace VI está emparentado con el Renault Austral. Ambos se construyen sobre la plataforma CMF-CD3, la última evolución del kit modular estrenado en 2013 por la tercera generación del Nissan Qashqai. Y, además, tanto el Austral como el Espace se fabrican en Palencia, donde también se ha desarrollado buena parte de la ingeniería del vehículo.
El Espace VI es, no obstante, algo más grande que el Austral, lo que le permite disponer de tres filas de asientos. Cuenta con una longitud de 4,72 metros y una batalla de 2,74 metros, pero al volante no da sensación de ser tan grande, algo que achacamos tanto a la buena respuesta de su sistema de propulsión híbrido de 200 CV como a sus cuatro ruedas directrices.
Y es que bajo el capó encontramos una única propuesta mecánica híbrida no enchufable, que combina un eficiente motor tricilíndrico de gasolina de 1,2 litros sobrealimentado por turbocompresor (que entrega 130 CV) con un motor eléctrico (que aporta 70 CV adicionales) y una máquina eléctrica auxiliar que actúa como generador, como motor de arranque y como motor adicional, aportando un extra de 25 CV cuando se requiere la máxima potencia.
Toda esta orquesta mecánica canaliza su fuerza a través de una caja de cambios automática de cinco velocidades acoplada sin embrague, lo que obliga al vehículo a iniciar la marcha siempre con el motor eléctrico.
Técnicamente, también es destacable el sistema de dirección a las cuatro ruedas, que va además asociado a una suspensión trasera multibrazo. Ambos se montan en los acabados techno esprit Alpine (el intermedio) e iconic (el más alto de la gama y el que hemos probado). Hay también disponible una versión de acceso (techno) que cuenta con eje trasero torsional, suspensiones traseras mediante ruedas tiradas y discos de freno de menor diámetro en ambos ejes, versión que no dispone de dirección trasera activa, si bien no hemos podido conducirla aún.
Así va el Renault Espace VI
Todo este despliegue tecnológico se traduce en un vehículo muy interesante, ya que ofrece unas prestaciones notables con unos formidables consumos. Así, cuando aceleremos a fondo para realizar un adelantamiento no echaremos en falta el par motor de un diesél, ya que los motores eléctricos suplementarán el “vacío” propio del motor turbo de baja cilindrada en el momento en el que le pillamos “de improviso” a bajas vueltas y con baja carga en el turbocompresor.
Tampoco echaremos en falta la potencia de un generoso motor de gasolina; los 200 CV realmente están ahí cuando los necesitamos. Y lo más importante es que difícilmente veremos cifras de consumo medio superiores a los siete litros en el ordenador de a bordo. De hecho, moverse en torno a los seis litros cada 100 km es lo habitual sin tener que esforzarse en realizar una conducción eficiente.
También nos gusta mucho el tarado de las suspensiones, muy equilibrado a pesar de no contar con amortiguadores de dureza variable. Y nos convence igualmente el tren trasero 4Control advanced (que integra suspensión multibrazo y dirección activa), puesto que reduce notablemente el diámetro de giro (10,4 metros) y consigue que el vehículo sea muy ágil en carreteras reviradas sin mostrarse en absoluto nervioso cuando levantamos bruscamente el pie del acelerador en un apoyo fuerte o si hacemos rápidos cambios de trayectoria con el volante.
Éste, con sólo dos vueltas y cuarto entre topes, mueve una dirección poco desmultiplicada a la que en ningún momento se le acumula el trabajo si le exigimos movimientos rápidos. No hay además ruidos de torsiones ni flexiones, aunque ocasionalmente sí observamos cierta brusquedad en el acoplamiento del motor térmico cuando hacemos un kick down, un patrón que no es sistemático pero que, al menos en las unidades de preserie que hemos conducido, se reproducía cada cierto tiempo.
En este sentido, es de agradecer también la posibilidad de actualizar el firmware del vehículo de forma remota, por lo que los usuarios del Renault Espace VI se beneficiarán de los pequeños ajustes que los ingenieros de la firma puedan ir haciendo para refinar el comportamiento de este complejo sistema de propulsión, mejorando potencialmente, incluso, su eficiencia.
El interior del Renault Espace VI
Si dinámicamente el Renault Espace VI es, sin lugar a dudas, el mejor Renault Espace de la historia, su interior también nos ha convencido. De entrada, la habitabilidad lograda para su contenida longitud exterior resulta destacable, ya que las dos primeras filas de asientos ofrecen bastante espacio, mientras que en la tercera caben dos adultos si se ajusta el espacio de la segunda fila, que va montada sobre guías, las cuales permiten desplazar los asientos 22 centímetros.
La accesibilidad a la tercera fila es algo complicada, pero no más que en cualquier otro vehículo de estas características. Nos gusta especialmente el confort de la segunda fila de asientos, con un respaldo de inclinación variable, conductos de ventilación en la consola central de los que sale un buen flujo de aire y unos reposacabezas acolchados inusualmente cómodos.
También nos convence el maletero, con una capacidad de entre 477 y 677 litros en función de la posición de la segunda fila de asientos. En el caso de prescindir de la tercera fila (que se ofrece sin sobreprecio), el volumen puede alcanzar los 777 litros.
La oferta comercial del Renault Espace VI
Con todo ello, el nuevo Renault Espace se ofrece a partir de 43.500 euros con acabado techno. La versión tecnho esprit Alpine cuesta 46.000 euros. Por su parte, el precio del acabado iconic parte de los 48.000 euros, siempre con el sistema motriz híbrido E-Tech de 200 CV, que es el único disponible.
En Renault nos comentan al respecto que esta mecánica es capaz de satisfacer la práctica totalidad de la demanda de los potenciales clientes del Renault Espace, por lo que de momento no está previsto ofrecer alternativas térmicas con hibridación ligera o variantes híbridas enchufables.