Medir el desgaste de los neumáticos del coche con una moneda de euro es uno de los trucos más utilizados desde hace años. Según la norma, el mínimo exigible de profundidad es de 1,6 milímetros por lo que, si al introducir la moneda en el dibujo del neumático se ve la parte dorada, se debería cambiar la rueda.
Una práctica que la Fundación Española para la Seguridad Vial, Fesvial, desaconseja totalmente, ya que el borde de una moneda de un euro mide más de 3 mm, el doble de la profundidad mínima legal, que es de 1,6 mm. Esto significa que, si cambiamos los neumáticos del coche siguiendo esta recomendación lo haríamos de forma anticipada.
En este sentido, esta organización advierte de que este truco es «desaconsejable por razones de eficiencia y sostenibilidad, además de causar un perjuicio directo a la economía de los usuarios». A esto añaden que «está recomendación tan generalizada puede ser un bulo sin fundamento, en el mejor de los casos, cuando no una manipulación intencionada para forzarnos a cambiar los neumáticos antes de que finalicen su vida útil dentro de los parámetros legales y de seguridad.
1¿Qué gasto supone cambiar los neumáticos siguiendo este truco?
Y es que Fesvial, incluso, ha calculado el gasto que supone cambiar esos neumáticos siguiendo este truco, que supondría una factura equivalente a 800 millones de euros para los automovilistas de la Unión Europea debido al aumento del consumo de combustible y otros 6,1 millones de euros por costes de compra de neumáticos más frecuentemente.
Tomando como base un informe de la empresa de auditorías EY, desde Fesvial se preguntan si el truco de la moneda «¿se trata de una broma que ha derivado en un bulo muy extendido o estamos ante una malintencionada orientación hacia la obsolescencia programada de los neumáticos con un fondo puramente económico antes que la seguridad y el medioambiente?».
Desde Fesvial recuerdan que la profundidad de los neumáticos es un elemento esencial en la adherencia y que está sujeta a una reglamentación uniforme en todo el mundo desde hace mucho tiempo. Pero mientras que algunos neumáticos pierden eficacia otros mantienen sus prestaciones en sus diferentes niveles de desgaste, de modo que uno con 1,6 mm puede frenar bastante mejor que otro neumático con 3 mm.