Los Ferrari 250 GT generan siempre expectación. Su belleza y su pedigrí en competición hacen que sean deseadas máquinas cada vez que alguna unidad sale a la venta, lo que generalmente sucede en las subastas más prestigiosas. Pero en esta ocasión la expectación es aún mayor debido a la rareza del ejemplar que acaba de ponerse a la venta.
Se trata de un Ferrari 250 GT “Boano” coupé con carrocería de aluminio de 1956. Su nombre, como en el caso de los más populares Bertone, Bizarrini, Vignale, Ghia, Pininfarina o Scaglietti, se debe a Mario Felice Boano, el carrocero que revistió esta unidad. Boano puede no ser tan famoso como los carroceros ya mencionados, pero esta pieza es uno de los Gran Turismo más refinados y exclusivos que jamás hayan llevado la insignia del cavallino rampante, y su historia es, cuanto menos, curiosa.
La increíble historia del Ferrari 250 GT coupé “Boano”
Resulta que, en 1954, Carrozzeria Pininfarina subcontrató a Carrozzeria Boano la elaboración de una serie de unidades carrozadas según los planos del propio Sergio Pininfarina. Mario Felice Boano dejó en la tarea en manos de su yerno Ezio Ellena, quien decidió modificar “ligeramente” el diseño original de Pininfarina, perfilando una silueta más suave, con una línea de cintura más baja. Parece ser que el diseño cayó en gracia, y Boano llegó a fabricar entre 70 y 80 coupés de techo bajo como éste.
Para dar aún mayor exclusividad a la unidad que ahora se subasta, su carrocería está fabricada en aluminio en lugar de la habitual chapa de acero, por lo que se trata de uno de los 14 ejemplares aligerados que se fabricaron para sacar las máximas prestaciones posibles al mítico motor V12 Colombo de 3,0 litros que se montaba en este coupé y que entregaba unos 220 CV.
Los Ferrari 250 GT coupés de aluminio de techo bajo de Boano fueron muy deseados por los gentlemen drivers de la época, y este ejemplar no es una excepción. Entregado a Luigi Chinetti, el importador estadounidense más famoso de Ferrari, fue pilotado por Jan de Vroom en el Gran Premio de Nassau de 1956.
Visto hoy, es difícil de creer que este estilizado deportivo azul claro metalizado con techo blanco e interior de cuero azul y crema a juego tenga un pedigrí como coche de carreras, pero esta es una de las grandezas de muchos de los Ferrari y Mercedes de la época.
El motor V12 Colombo del Ferrari 250 GT coupé
Y, ya que hablamos de un Ferrari 250 GT, no podemos dejar de dedicar un par de párrafos al motor V12 Colombo, uno de los propulsores más importantes en la historia de Ferrari. Se trata de un motor de 12 cilindros en V a 60° refrigerado por agua que tiene el honor de ser la primera unidad motriz enteramente diseñada y fabricada por Ferrari.
Su creador fue el ingeniero italiano Gioacchino Colombo, y su obra estuvo en producción entre 1947 y 1988. Colombo, que había participado anteriormente en el diseño de los motores Alfa Romeo para Enzo Ferrari, diseñó un bloque con los cilindros muy separados (90 mm), lo que permitió crear una gran familia de motores, con cilindradas de entre 1.497 y 4.943 cm3, variando tanto el propio diámetro de los cilindros (de 62 a 82 mm) como la carrera (de 58,8 a 78 mm).
La última evolución del V12 Colombo se estrenó ni más ni menos que en el Ferrari 412i gran turismo de 1986, un 2+2 plazas que ofreció por primera vez el ABS en un Ferrari y cuyo motor reemplazaba los carburadores por un sistema de inyección electrónica, imprescindible ya con el advenimiento de la norma de emisiones Euro I.
El caso es que Enzo Ferrari sentía admiración por los motores V12 de Packard, Auto Union y Alfa Romeo, por lo que encargó a Colombo el desarrollo de su propio V12. El motor de Colombo convivió durante muchos años con el posterior y posiblemente mejor valorado Lampredi V12, pero fue el V12 Colombo el que llevó a Ferrari a la cima tanto en competición como entre los deportivos de calle durante los años 1950s y 1960s.
Este Ferrari 250 GT podría superar los dos millones de euros
El día 8 de junio, este Ferrari 250 GT Boano será subastado por MonacoCarAuctions, la nueva casa de subastas que ha saltado a las portadas de todos los medios por poner a la venta el Ferrari Enzo de Fernando Alonso.
Este vehículo cuenta con un certificado de autenticidad de Ferrari Classiche, y será una de las 22 unidades de Ferrari que se pongan a la venta en el evento Asta Rossa, centrado exclusivamente en modelos de la marca italiana.
La casa monegasca ha estimado una valoración de entre 1,3 y 2,0 millones de euros, una cifra bastante alta teniendo en cuenta que en los últimos años varios de estos ejemplares han salido a subasta, alcanzando un máximo de 1,39 millones de euros (en dos ocasiones), si bien su cotización habitual se mueve en el entorno de los 800.000 euros.
En cualquier caso, se trata de un vehículo que puede ser muy deseado por coleccionistas de rarezas, coleccionistas de Ferrari en general, coleccionistas de las distintas versiones de los Ferrari 250 GT (que los hay), pero no tanto para quienes simplemente se sientan atraídos por los Ferrari clásicos o los deportivos de los años 50, entre los cuales este modelo no es significativamente representativo, máxime teniendo en cuenta que los Ferrari 250 GT “normales” de Pininfarina pueden adquirirse fácilmente por unos 400.000 euros. Quién le iba a decir a Mario Felice Boano y a Ezio Ellena en los años 50 que siete décadas después sus “heréticos” Ferrari 250 GT iban a valer el doble que los ortodoxos Ferrari 250 GT del maestro Sergio Pininfarina…