La segunda generación del Hyundai Kona inicia su vida comercial, y lo hace con el desafío que supone reemplazar a una primera generación que ha sido un referente de su segmento. Para ello, cuenta con sólidos argumentos, como un diseño de vanguardia y una gran versatilidad.
El Hyundai Kona es un producto clave para la marca coreana. No hay más que ver su oferta comercial, con versiones de gasolina, híbridas y 100 % eléctricas, para darse cuenta de que pretende dar soluciones de movilidad al más amplio espectro de usuarios posible.
Precisamente ahí encontramos una de las claves de su diseño: A diferencia de la tendencia habitual, el Hyundai Kona ha sido desarrollado como un vehículo 100 % eléctrico para maximizar su eficiencia, mientras que en la primera generación los sistemas de propulsión eléctrica tenían que adaptarse a una plataforma diseñada para propulsarse con motores térmicos.
Máxima habitabilidad para el Hyundai Kona
Más allá de la eficiencia, los diseñadores del nuevo Hyundai Kona han buscado ofrecer también la mayor habitabilidad posible. Así, estamos ante un SUV cuya longitud pasa de 4,20 a 4,35 metros, mientras que su maletero crece de los 374 litros a nada menos que 466. A mayores, las versiones eléctricas no pierden volumen de carga, como ocurría hasta ahora.
Además de un amplio maletero, también el interior resulta más espacioso. De entrada, la distancia entre ejes crece seis centímetros, lo que da mayor holgura a los ocupantes de las plazas traseras.
Pero, además de haber más espacio, su distribución ha sido estudiada minuciosamente. Los “obstáculos” como la palanca de cambios y otros mandos que afectan a la conducción desaparecen para reagruparse junto al volante, liberando el espacio de la consola central para proporcionar almacenaje extra a los ocupantes de las plazas delanteras, quienes pueden además disfrutar de los asientos Relax opcionales, capaces de distribuir de forma óptima la presión corporal para minimizar el cansancio en largos recorridos.
Tampoco se ha dejado al azar ningún aspecto del exterior del vehículo, cuyo diseño robusto no le impide disponer de una eficiente penetración aerodinámica (Cx de 0,27) y un diseño vanguardista en el que destaca la luz horizontal pixelada característica de las versiones eléctricas.
Independientemente del sistema de propulsión elegido, el Hyundai Kona puede escogerse con acabado deportivo N Line, que cuenta con parachoques y alerón de diseño específico, entre otros elementos. Y, más allá de la estética, los detalles prácticos como el acceso mediante llave digital NFC 2.0 son los que realmente marcan las diferencias.