Desde su primera entrega, el Skoda Superb se posicionó como una de las berlinas más interesantes del mercado. No en vano, el espacio para las piernas de los pasajeros posteriores era incluso superior al de muchas berlinas de lujo con carrocería alargada. Y esta característica se mantuvo en las dos siguientes generaciones.
También es un modelo que ha experimentado una notable evolución. El primer Superb, lanzado en 2002, no era más que un VW Passat de la época (la plataforma B5, con motor longitudinal) con distancia entre ejes alargada; de hecho, alcanzaba los 4,80 metros de longitud, lo mismo que un Audi A6 contemporáneo.
La segunda entrega se separó de su ‘primo’ alemán y apostó por la practicidad, hasta el punto de equipar un curioso sistema de acceso al maletero: se podía abrir todo el portón o sólo una parte, como si fuese un sedán. Eso sí, su estética no era especialmente agraciada, algo que sí se logró en la tercera generación, que nada tenía que envidiar a los top del segmento.
Parece que en esta cuarta generación la marca checa no va a optar por una ruptura tan importante respecto a su predecesor, sino que apostará por una línea continuista y no esperamos sorpresas en lo que al concepto se refiere. Los espías de SH Proshots han cazado en carreteras del sur de España una mula de pruebas correspondiente a la versión familiar. No hay que alarmarse: a diferencia del VW Passat, el Superb mantendrá la carrocería berlina.
Un nuevo Skoda Superb para otoño
El Superb 2024 mantendrá unas proporciones similares a las del actual modelo, que mide 4.869 metros de longitud en el caso de la carrocería berlina; curiosamente, el familiar Combi es ligeramente más corto (4.862 mm). Tampoco habrá cambios en la plataforma, que seguirá siendo la MQB compartida con el Passat Variante; de hecho, ambos se fabricarán en la factoría de Bratislava (Eslovaquia).
Es de esperar que el nuevo Super se mantenga como el que mejor cuida a los pasajeros de las plazas posteriores. El actual también sobresale por capacidad del maletero, con 625 litros en la berlina y 640 litros en el Combi (485 y 510 litros, respectivamente, en las versiones híbridas enchufables). Es poco probable que estas cifras se vean mermadas, de modo que se pueden alcanzar capacidades de récord en el segmento.
Tampoco habrá sorpresas en lo referente a la gama. Seguirán ofreciéndose motores de gasolina y diésel; los primeros dispondrán de cambio automático unido a un sistema de hibridación ligera. También continuará al menos una versión híbrida enchufable, si bien cabe la duda de si será alguna versión actualizada, por ejemplo, con el motor 1.5 TSI en lugar del veterano 1.4. Lo que es seguro es que la autonomía eléctrica se verá incrementada, probablemente en torno a unos 80 kilómetros.
El actual Superb llegó a contar con versiones de tracción total y, por primera vez, con una carrocería Scout, que tan buen resultado ha dado en el Octavia. Es posible que se mantenga en esta nueva entrega y, además, se sume una variante deportiva RS, que están gozando de cierta popularidad en otros modelos de Skoda.
