“Creo que ya llevamos algunos Grandes Premios sin Dietrich (Mateschitz, el propietario de Red Bull recientemente fallecido). Por nuestra parte, es algo que debemos afrontar, y también corremos este fin de semana para que se sienta orgulloso y continuar con ese legado”. Al arrancar el fin de semana austríaco, Max Verstappen recordaba la ausencia del artífice de los éxitos de Red Bull en la Fórmula 1, prometiendo una victoria homenaje en la primera carrera sin Mateschitz en el circuito también propiedad del grupo. “Si hay una carrera que Red Bull querría ganar esta temporada, es la de hoy”, reconocía Christian Horner antes de arrancar en el Gran Premio de Austria. Imposible fallar aquí cuando su equipo había ganado todas las carreras hasta el momento en 2023. “Hay un claro deseo de hacer honor a su legado”.
Faltaban dos vueltas para terminar la carrera. Verstappen contaba con casi 25 segundos de ventaja sobre el Ferrari de Charles Leclerc. Como siempre, en el equipo temían las intenciones de Max Verstappen para buscar la vuelta rápida. Consciente de ello, su ingeniero pidió a su piloto que refrigerase el neumático para el ataque final. El holandés se negó ante el riesgo de que pudiera ser su compañero Checo Pérez quien se la arrebatara, con neumáticos más frescos. Quería entrar en boxes, montar el blando y destrozar el récord de vuelta, en contra de la voluntad del equipo. Al final, Verstappen impuso su voluntad, a pesar del riesgo que suponía parar en los últimos compases de la carrera ente cualquier inesperada eventualidad. Obviamente, Red Bull cedió, actuó con su proverbial eficacia, y el holandés se salió con la suya.
Un dominio insultante el de Red Bull
Mejor tiempo para el gran premio, para la carrera sprint, victoria el sábado por la tarde en la carrera sprint, triunfo en el Gran Premio de Austria con vuelta rápida incluida…. Imposible mejor homenaje posible a Dietrich Mateschitz, incluyendo esa jugada final que suponía una humillación para el resto del equipo. Pero es el espíritu ambicioso, implacable e irreverente que el desaparecido magnate austríaco imprimió a su equipo. Verstappen lo sellaba con su gesto de chulería final.
El apabullante dominio de Red Bull se confirmó con la remontada de Checo Pérez hasta el tercer puesto desde la decimoquinta posición, después de haber logrado ambos el doblete en la carrera ‘sprint’ del día anterior. Tras el bajón de Montreal, en el que con todo también se lograba el triunfo, el dominio del RB19 y el sublime estado de forma del holandés ha enterrado el debate sobre la capacidad de algún rival para alcanzar a Red Bull en 2023. A día de hoy, se trata ya solo de comprobar cuántas carreras no va a ganar el equipo austríaco esta temporada. De momento, el pleno es total.
Perdido en la distancia el holandés, se repitió en Spielberg la dinámica de cada fin de semana en 2023 entre los perseguidores. Según las características del monoplaza, del trazado y las condiciones ambientales, así se reparten el resto de la tarde entre Aston Martin, Mercedes y Ferrari. En el Red Bull Ring le tocó a Ferrari.
Evolución de Ferrari en el Red Bull Ring
Como reconocieron agradecidamente Leclerc y Sainz estos días, el equipo ha trabajado a destajo en las últimas semanas para adelantar evoluciones previstas para finales de julio, que empezaron a aparecer en el SF23 en Montmeló y recibían otro impulso en Spielberg. Eso sí, con una sesión privada de neumáticos Pirelli entre medias y un ‘filming day’ en la pista privada de Fiorano días antes del gran premio, que levantaron las protestas de sus rivales por la ventaja que podían suponer. En esta ocasión, fue Ferrari quien noqueó a Aston Martin y Mercedes.
En el segundo fin de semana ‘sprint’ de 2023, Sainz salvó los muebles el sábado para Ferrari con el tercer puesto, en contraste con un Leclerc desorientado con el SF23 en superficie mixta. El viernes, el monegasco y el español se clasificaron por detrás de Verstappen. De nuevo, el monoplaza italiano mostró gran ritmo a una vuelta, con la esperanza ahora para neutralizar con las recientes evoluciones (pontones, fondo, alerones, suspensiones…) la temida degradación que ha arruinado tantos grandes premios. En definitiva, se buscaba reproducir el ritmo de una pista tan diferente como la de Montreal, aunque allí sin recompensa.
Ya desde la misma salida Leclerc se lanzó para superar a Verstappen para neutralizar su marcha en solitario. No lo consiguió. A las pocas vueltas se comprobó que solo restaba rematar los dos escalones del podio restantes, porque ni Aston Martin ni Mercedes tenían armas de defensa en el Red Bull Ring. Mientras el holandés se escapaba, Sainz pedía paso al equipo porque se mostraba más rápido que el monegasco en los primeros compases de carrera. Pero no recibió permiso, y tuvo que quedarse a la estela de su compañero, para luego sufrir los efectos de la estrategia del equipo al llamar a ambos pilotos a la vez a boxes con la salida del coche de seguridad virtual. Además, el español perdió un tiempo precioso no solo por esperar la parada de Leclerc, sino por la lentitud del equipo con este. El podio empezó así a evaporarse cuando no se había alcanzado todavía el ecuador de la carrera.
Sainz perdió mucho terreno al volver a la pista y, en su afán por remontar, tuvo que defenderse sin éxito de la remontada de Checo Pérez, que le arrebató el podio. Su defensa durante tres vueltas, sin embargo, ayudó a que Charles Leclerc mantuviera sin peligro la segunda posición. Pero Sainz no se mostraba satisfecho al terminar. El cuarto puesto no hacía justicia a un fin de semana impecable del español, solo superado por Leclerc en la vuelta final del Q3 el sábado. Pagó un precio muy alto por ello.
«Obviamente, no estoy muy contento, porque había ritmo de carrera para mucho más que un cuarto», reconocía Sainz al terminar el Gran Premio de Austria. “Con todo lo que ha pasado después de haber jugado en equipo en el primer relevo y haber aguantado detrás de Charles como habíamos planeado antes de la carrera, que se me comprometiese de esa manera con una parada en boxes detrás de él, y con un coche de seguridad virtual que estaba acabando, haber perdido seis o siete segundos ahí, tres posiciones que luego he tenido que remontar… Durante esa remontada es cuando he tenido la sanción por los límites de pista que me han penalizado cinco segundos… No sé, el caso es que tenía mucho ritmo, estaba conduciendo bien, los adelantamientos, una buena defensa (con Pérez), pero el resultado es cuarto, que no es lo que esperaba». Para colmo, Sainz recibía diez segundos de penalización extra por superar los límites de pista, que se añadían a los cinco durante la carrera, con lo cual caía de la cuarta a la sexta posición.
Para Fernando Alonso el circuito de Red Bull no fue propicio
En el caso de Fernando Alonso y Aston Martin, la pista de Spielberg no parecía en principio tan favorable para las características del AMR23, más afín a las curvas de fuertes frenadas y tracción, prácticamente ausentes en Spielberg, y a pesar de los intentos del equipo de ampliar la ventana de rendimiento a todo tipo de curvas con las últimas evoluciones introducidas desde el Gran Premio de España. Efectivamente, así fue. Alonso terminó sexto. «Creo que esto era más o menos lo máximo que pudimos lograr hoy. Estábamos muy cerca de Norris en términos de ritmo y también de Mercedes. Probamos algo diferente al comenzar con el neumático duro, pero luego el coche de seguridad virtual significó que nuestra ventaja de alargar la primera parada ya no era posible», explicaba el asturiano al terminar la carrera. Pero la reclamación de Aston Martin para la correcta aplicación de los límites de pista elevaban al asturiano a la quinta posición final, por detrás de Lando Norris, y a costa de Sainz.
Fred Vasseur, máximo responsable de Ferrari, era uno de los más felices en el paddock tras el Gran Premio de Austria. Su equipo necesitaba oxígeno desesperadamente, que logró en Spielberg y, sobre todo, con la esperanza de que la tendencia del monoplaza cambie durante las próximas carreras gracias a las recientes evoluciones. “Cada vez que un equipo incorpora una mejora en pista, cambia el resultado”, declaraba para visualizar el patrón de la temporada entre los perseguidores de Red Bull. Para la próxima carrera, son Aston Martin y Mercedes los que anuncian novedades, en una pista singular además por su particular configuración ¿A quién le tocará el turno en el Gran Premio de Gran Bretaña, tan solo dentro de unos días? De momento, a Max Verstappen y Red Bull, sin duda.
