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¿Qué ocurre si fusionas un Mercedes Clase G y una chaqueta de diseño?

Se llama Project Mondo G, y es el estrambótico resultado de una colaboración entre Mercedes-Benz y la firma de moda italiana Moncler sobre la base del icónico todoterreno Mercedes Clase G, que adopta elementos de diseño distintivos de la marca de moda.

Pero no hay que asustarse. Al menos de momento, se trata de una mera pieza estática o, como lo define Mercedes, un “obra de arte colaborativa” que se exhibió por primera vez durante la Semana de la Moda de Londres bajo el lema “el arte de la imaginación”.

Al hilo de esto, cuentan en Mercedes que “el tema es un mensaje inspirador para soñar a lo grande […] abrir nuevos caminos, poner lo imposible al alcance y descubrir sin límites”.

En este sentido, la firma alemana explica que “Mercedes-Benz y Moncler comparten la pasión por la innovación, el lenguaje de diseño conciso y un enfoque innovador para las colaboraciones interculturales”.

Mercedes Clase G Project Mondo G 2 Motor16

En Mercedes aclaran además que este Mercedes Clase G se basa en la filosofía de diseño de Mercedes denominada Sensual Purity, que en esta “obra de arte” se traduce en la combinación de formas y superficies que contrastan de forma extrema. Por ejemplo, mezclando materiales brillantes propios de naves espaciales con superficies de apariencia oxidada o muy usada. Igualmente, las formas de la rectilínea carrocería del Mercedes Clase G contrastan con las formas orgánicas de los acolchados propios de Moncler.

No habrá un Mercedes Clase G Project Mondo G de producción

En cualquier caso, que nadie se asuste porque no va a haber un Mercedes Clase G Project Mondo G de producción en serie. Se trata tan sólo de una escultura a escala real diseñada exclusivamente para la colaboración de Mercedes-Benz y Moncler.

No obstante, si lo ves en vivo seguro que te impresionan sus dimensiones, ya que mide 4,60 metros de longitud, nada menos que 2,80 metros de altura y unos impresionantes 3,40 metros de anchura, con un peso total de 2,5 toneladas.

Mercedes Clase G Project Mondo G 6 Motor16

El principal responsable de estas dimensiones son las gigantescas ruedas “acolchadas”, basadas en la icónica chaqueta igualmente acolchada de Moncler. Mercedes explica en su comunicado que “una mirada más cercana revela otros rasgos característicos que tienen una conexión concreta con los productos originales y, además, crean contrastes emocionantes: la pátina rugosa es el rastro visible del uso, que se refiere a la funcionalidad y la practicidad”.

Y si te preguntas por qué este Mercedes Clase G cuenta con una cremallera gigante, sus responsables aclaran que se trata de un elemento deliberadamente llamativo, “una referencia práctica a la versatilidad y variabilidad de ambos productos, vehículo y chaqueta”.

El Mercedes Clase G y el mundo del arte

No es, no obstante, la primera vez que el icónico Mercedes Clase G acaba convertido en una obra de arte a escala 1:1. En 2020, Mercedes presentó su Project Geländewagen, una nueva escultura a escala real inspirada en aquel caso en el mundo de la competición en circuitos.

Mercedes Clase G Project Gelandewagen Motor16

Aquel vehículo, cuya imagen puedes ver sobre estas líneas, era una colaboración entre Louis Vuitton y Mercedes cuya idea era “explorar fórmulas que revolucionarán en el futuro la percepción del lujo”.

Nuevamente, se repetía la idea de provocar a través del contraste, llevando un todoterreno extremo al mundo de la competición en circuitos de velocidad, con colores como el rojo brillante o el “azul bebé” presentes en numerosos elementos (muchos de ellos en el interior del vehículo) en claro contraste con el blanco nacarado de su carrocería.

Tampoco hay que olvidar aquel Mercedes Clase G “atrapado” en un falso bloque de ámbar que, bajo el lema “más duro que el tiempo”, escenificaba la “inmortalidad” del vehículo en el salón de Detroit de 2018 tomando como referencia esos mosquitos prehistóricos que dieron origen a los dinosaurios de Parque Jurásico.

Así que, por lo que parece, cabe esperar que aproximadamente cada dos años nos encontremos con un nuevo Project G, una nueva “obra de arte” que puede causarnos un cierto susto inicial pero que, en el fondo, escenifica esa inmortalidad de un diseño que ya forma parte de la historia del automóvil.