“Obviamente en los karts tuve un buen par de carreras, pero no creo que haya tenido tres grandes victorias seguidas o, como en las últimas cinco carreras, siempre estar ahí arriba. Creo que es el mejor momento de mi carrera hasta ahora”. Alex Palou reflexionaba sobre su impresionante trayectoria en el IndyCar americano tras ganar en Mid Ohio, su cuarto triunfo en cinco carreras. El quinto bien pudo haber sido las 500 Millas de Indianápolis, donde fue embestido en boxes por Rinus Veekay cuando luchaba por el triunfo. Aunque cayó hasta la última posición, remontó hasta el cuarto puesto.
La última vez que algún piloto logró cuatro victorias en las nueve primeras carreras -2020- fue su actual compañero Scott Dixon, el piloto con más títulos -6- en el IndyCar. Fue campeón aquel mismo año. Hoy, el neozelandés es también el principal rival del piloto español. Sin embargo, la racha de triunfos del catalán se rompió el pasado fin de semana en el circuito urbano de Toronto. Algo que sus rivales buscaban afanosamente, como recordaba con divertida ironía el ingeniero de Pato O´Ward a su piloto por la radio al terminar la carrera de Mid Ohio: “Alguien tiene que hacerle parar de ganar…”. Efectivamente, Palou no ganó en Toronto, pero aún así aumentó la diferencia con sus rivales al remontar al segundo puesto desde la decimoquinta posición. Y con un alerón colgando. El español va lanzado hacia su segundo título en solo cuatro años de participación en el IndyCar.
En Toronto, Palou tenía una ardua tarea al salir decimoquinto y con todos sus rivales para el campeonato por delante. Para colmo, un trompo del brasileño Helio Castro Neves le lanzó contra los muros, dañando el alerón delantero, que se fue descolgando a medida que avanzaba la prueba. En el último tercio de la carrera Palou resistió a un nutrido pelotón de pilotos, algunos rivales directos para el título. Había remontado gracias a una combinación de fulgurantes adelantamientos, estrategia de neumáticos y combustible desde la peor posición de parrilla de toda la temporada. El alerón pendía de un hilo y, en caso de desprenderse, Palou se hundiría en la clasificación.
Alex Palou comió la moral a sus rivales en Toronto
“En un momento dado pensé que íbamos a terminar detrás de Marcus (segundo en el campeonato en ese momento). Vi en los retrovisores que eran Herta, Power y Marcus y dije ‘Vaya hombre, no voy a poder para lograrlo”, comentaba el propio Palou al terminar la carrera. “Estaba preocupado por el combustible, que era el mayor problema para nuestra estrategia. Estaba preocupado por los neumáticos, porque con el alerón delantero no podía girar a la izquierda. Me preocupaba el alerón…. Así que estaba un poco preocupado por todo, para ser sincero”. Sin embargo, Palou lo logró cerrando la puerta hábilmente a sus rivales, a la vez que modificaba cada trazada para intentar anticiparse a sus maniobras y compensar también la carga aerodinámica según la curva. No ganó, pero en las peores condiciones volvió a comer la moral a sus rivales.
Faltan siete carreras para terminar el certamen, y actuaciones como la de Toronto confirman hasta qué punto Palou ha alcanzado otra dimensión en un campeonato donde la igualdad es consustancial a su formato. Idénticos chasis y aerodinámica, suministrador único de neumático, repostajes, numerosas interrupciones por carrera… Son factores que hacen del IndyCar un campeonato con más opciones estratégicas que la Fórmula 1 y, por tanto, crean una gran igualdad. Destacar como es el caso de Palou es realmente inusual.
“Obviamente, todos necesitan vencer a Alex Palou, pero… Va a ser un desafío muy difícil ganarle en el campeonato este año. Está acertado en todos los aspectos, no le falta nada, lo que es muy difícil en el IndyCar. Hay muchos pilotos que son muy rápidos, pero no es fácil poder cubrir todas las facetas, además de las complejidades del ahorro de combustible, de guardar el neumático, las vueltas de entrada y salida de boxes, la clasificación… Es muy difícil tenerlo todo, y lo está logrando” decía de Palou el líder de Penske, Will Power, tras la victoria en Mid Ohio, la tercera consecutiva. Hasta el punto de que el español está triturando las estadísticas de la temporada -2021- en la que se proclamó campeón.
«Hemos mejorado mucho en la clasificación, más en los últimos dos años, hemos sacado más velocidad del coche y me siento más cómodo. Esto ayuda a tener mejores estrategias durante las carreras. También leo mejor las carreras”, explica el propio Palou sobre su espectacular salto cualitativo en 2023. De hecho, cuadriplica su ventaja en la general respecto al mismo momento de 2021. De la sexta posición de media de salida entonces, ha pasado esta temporada al tercer puesto de media hasta la excepción del decimoquinto de Toronto, con lluvia en su sesión. Ha pasado de la octava posición en meta de media en 2021, a la tercera en 2023, y dobla el número de victorias respecto a aquella temporada.
La ventaja de Alex Palou ya es de 117 puntos
Tras el segundo puesto de Toronto, aumenta su ventaja hasta los 117 de puntos sobre Scott Dixon, el segundo clasificado. Aún restan siete carreras para terminar un certamen donde el ganador logra 50 puntos por victoria, por el propio Alex Palou no se ha permitido el menor gesto de confort. Sin embargo, desde Toronto, sus más inmediatos seguidores (Dixon, Newgarden, Ericsson, O’Ward…) deben recortarle un mínimo de entre 13 y 16 puntos por carrera para que pierda el campeonato.
La superioridad de Alex Palou alcanza cotas que desbordan el rendimiento medio de las principales figuras del IndyCar. Tras debutar en 2020, logró el título solo en su segunda temporada con Ganassi. El conflicto con su actual equipo y McLaren penalizó su rendimiento a mitad de la pasada temporada. Sin embargo, en 2023 está alcanzando cotas no vistas desde hace mucho tiempo en el certamen americano. Su nombre también está sonando en la Fórmula 1. A partir de octubre, el español queda libre contractualmente. Su acuerdo con Ganassi el pasado año le impide negociar formalmente con cualquier otro equipo hasta que acabe el IndyCar.
A partir de entonces, Palou ejercerá como tercer piloto de McLaren en todos los restantes grandes premios de Formula 1, y podría subirse de nuevo a alguna sesión de libres en 2023. Supuestamente, cabe la opción de un contrato con el equipo británico para el IndyCar en 2024, pero también se rumorea una sustanciosa oferta del propio Chip Ganassi para la continuidad en su actual escuadra.
Sin embargo, algunos cantos de sirena le están llegando desde la Formula 1. De vincularse a McLaren el próximo año, no será en el equipo de Formula 1, cubierto por Lando Norris y Oscar Piastri, salvo marcha del primero. McLaren también podría cederle a alguno de los equipos interesados en sustituir a sus pilotos en caso de surgir la oportunidad. Pero si es agente libre a finales de septiembre, todo es posible para Alex Palou en 2024.