El Citroën SM es uno de los automóviles más vanguardistas, prestacionales, confortables y exclusivos de su época. Se fabricó entre 1970 y 1975, y hoy en día quedan muy pocas unidades en circulación.
Ésta en concreto la subasta Historic Auctioneers en Reino Unido, y está previsto que alcance un precio de entre 38.000 y 48.000 libras (de 43.740 a 55.250 euros). No es una valoración alta teniendo en cuenta que los ejemplares más caros subastados hasta ahora han superado los 100.000 euros, si bien este vehículo se encuentra lejos del estado de concurso en el que se encontraban las unidades a las que nos referimos, vendidas ambas por Artcurial, en febrero de 2013 (por 127.600 euros) y en febrero de 2018 (por 113.240 euros).
La historia del Citroën SM
En cualquier caso, tener un Citroën SM es poseer un trocito de historia, de una historia que comienza en 1968 cuando Citroën compra Maserati, lo que, entre otras cosas, se traducirá en la presentación del Citroën SM en el Salón de Ginebra de 1970.
En realidad, todo empieza a fraguarse una década atrás. En 1961, Citroën comienza a trabajar en el Proyecto S; aprovechando el desarrollo del vanguardista DS, en la marca francesa se plantean lanzar al mercado una variante deportiva.
Hubo un montón de propuestas conceptuales sobre las mesas de los diseñadores de Citroën, pero el paso definitivo para dar luz verde a la idea es la compra de Maserati, en 1968, por parte de Citroën, que necesitaba hacerse con un motor de gran rendimiento para dar vida al proyecto. Pocos años después (1975), la marca francesa se desharía de la Italiana coincidiendo con la creación de PSA, pero esa es otra historia que merece su propio capítulo.
El caso es que tenemos diseños, tenemos suspensión hidroneumática y tenemos un motor V6 de alto rendimiento que, combinados, dan lugar a uno de los automóviles más importantes de aquel salón de Ginebra celebrado en marzo de 1970, en el que también se dieron a conocer el primer Range Rover y el Mercedes C-111.
En septiembre de ese mismo año, el Citroën SM comienza a venderse en Francia para ir poco a poco lanzándose en otros mercados, con la mala suerte de que la crisis del petróleo, en 1973, reduce drásticamente su demanda, y dos años más tarde cesa su producción, con apenas 13.000 unidades fabricadas.
Tampoco la fama de falta de fiabilidad de su motor Maserati ayudó a que sus ventas fueran superiores o a que su valor de reventa rara vez alcance las seis cifras. Y, por supuesto, el precio, en su época, no era precisamente bajo.
La historia de este Citroën SM
Centrándonos en la unidad en concreto que sale estos días a subasta en Windsorview Lakes (Reino Unido), cuenta con 99.392 millas en su odómetro, equivalentes a cerca de 160.000 km.
Se fabricó en 1973 y fue exportado, nuevo, a EE.UU., donde parece ser que fue usado por un alto diplomático francés. Cuenta con motor V6 de 3,0 litros y cambio manual, una configuración poco habitual. El Citroën SM se fabricó con dos motores, ambos V6, de 2,7 y 3,0 litros, así como dos cajas de cambio: manual, de cinco velocidades, y automática, de tres. El motor 2.7 fue mucho más popular debido a su menor fiscalidad, y lo habitual era que los 3.0 fueran asociados al cambio automático.
El actual propietario compró este Citroën SM a David Lillywhite, editor de la revista Octane, quien había documentado en la revista la larga y nada asequible restauración a la que sometió al automóvil para dejarlo en su estado actual.
Junto con la documentación del vehículo se incluyen copias impresas de todos los artículos que describen el proceso de restauración, que también comprende el reemplazo de los faros delanteros con especificaciones norteamericanas por las unidades europeas cubiertas de plexiglás.
Así que lo mejor de todo es que este Citroën SM se encuentra en perfecto orden de marcha y espera un nuevo dueño que sepa apreciar la increíble mezcla de confort y dinamismo de este extraordinario gran turismo de tracción delantera, así como su importancia histórica.
Ah, un último apunte. Si te preguntas el significado del nombre del Citroën SM, parece ser que la ‘S’ viene directamente del nombre del proyecto, mientras que la ‘M’ se tomó, obviamente, de la inicial de Maserati.
