En el complicado equilibrio entre la agitada vida urbana y el bienestar de todos sus ciudadanos, surgen a menudo desafíos insólitos. Un ejemplo paradigmático de esta interacción son los semáforos. Aquellos con limitaciones físicas, como los ancianos o las personas con discapacidades, a menudo se encuentran en la encrucijada de decidir si cruzar una calle en el breve tiempo otorgado.
Esta problemática ha alcanzado un nivel peculiar en el Reino Unido, donde dos grupos demográficos, los ancianos y los obesos, enfrentan una inusual dificultad para cruzar las vías con seguridad. En respuesta a esta situación, el Departamento de Tráfico del país ha tomado una medida aparentemente bizarra pero profundamente considerada: aumentar el tiempo de duración del muñeco verde en los semáforos peatonales.
1Dificultades compartidas en los semáforos
La preocupación por garantizar que todos los ciudadanos puedan moverse con facilidad y seguridad ha llevado a un interesante enfoque en el Reino Unido. Los datos recopilados por el Departamento de Tráfico han revelado una disparidad en los tiempos necesarios para cruzar la calle entre diferentes grupos demográficos. Los ancianos y las personas con problemas de movilidad requieren en promedio 1,2 segundos adicionales para cruzar que sus contrapartes más jóvenes y ágiles. Esta diferencia aparentemente pequeña pero crucial ha impulsado un reexamen del tiempo asignado para el semáforo verde en los pasos de peatones.
Brian Deegan, director de inspecciones en Active Travel England (ATE), una agencia gubernamental encargada de mejorar la movilidad urbana y promover alternativas de transporte sostenible, plantea una perspectiva crucial: si los ciudadanos sienten que no pueden cruzar la calle a pie en el tiempo otorgado, podrían depender aún más de los automóviles para desplazarse, lo que a su vez afectaría su calidad de vida y la congestión del tráfico.