Un coche es una parte muy importante de una persona, ya que en él podemos adivinar muchos de sus gustos, preferencias e incluso cuestiones relativas a la personalidad. Y es que, al fin y al cabo, coche y personalidad son dos términos que van de la mano en muchos momentos
Cada persona es un mundo, y por ello e igual que con otros aspectos de la vida, nuestro vehículo es un reflejo de nuestra personalidad. De hecho, un estudio publicado por la Universidad de Florida en 2010 confirmó que los humanos identificamos rostros humanos o animales con el frontal de los automóviles, y nos hacen sentirnos más cercanos o distantes a ellos, según su estilo.
Además, otros puntos como el color y el estilo o las líneas de estos, son algunas de las razones para sentirnos más afines a unos u otros modelos de vehículos. Por ello, Bipi, compañía de suscripción de vehículos, comparte la asociación que hay entre los diferentes tipos de vehículos y cada una de las personalidades.
1La curiosa relación entre el coche y la personalidad del conductor
La relación entre el coche y la personalidad del conductor es un tema interesante y complejo que ha sido objeto de estudio por parte de psicólogos y expertos en seguridad vial durante décadas. Aunque no hay una conexión directa entre el tipo de coche que uno conduce y su personalidad, hay ciertos rasgos de carácter que pueden influir en el comportamiento del conductor en la carretera.
Una de las características más relevantes es la impulsividad. Las personas impulsivas tienden a ser más propensas a correr riesgos y a conducir de forma agresiva. A menudo, estos conductores ignoran las normas de tráfico, exceden los límites de velocidad y tienden a cambiar de carril sin señalizar. Además, suelen ser más propensos a sufrir accidentes de tráfico.
Por otro lado, las personas más calmadas y tranquilas suelen conducir de manera más cuidadosa y atenta. Estos conductores suelen respetar las normas de tráfico y conducir a velocidades adecuadas, lo que reduce la probabilidad de sufrir un accidente. Además, son menos propensos a tomar decisiones impulsivas en situaciones de tráfico complicadas.