Era cuestión de tiempo que la casa nipona lanzara al mercado su primer eléctrico puro. Y como era de esperar, este luce un aire SUV para ofrecer un interesante vehículo que convence por agrado, prestaciones y funcionalidad. Hablamos de este Toyota bZ4X.
Toyota lo viene bordando desde que en 1997 lanzaba la primera generación del Prius. Con este exitoso híbrido comenzaban una carrera de fondo hacia la electrificación, dando pasos al frente con sus sensacionales híbridos enchufables, e incluso con el avanzado Toyota Mirai, una berlina con mecánica alimentada por hidrógeno que en España te venden por 75.600 euros.
Pero a la compañía japonesa parecía que se le ‘hacía bola’ dar el salto al coche eléctrico, cosa que ahora hacen con este Toyota bZ4X, un SUV que desarrollan en colaboración con Subaru. Porque el nexo de unión entre ambas firmas va más allá de los GR86 y BRZ, hasta el punto de que Toyota posee el 20% de las acciones de Subaru.
Toyota bZ4X y Subaru Solterra tienen mucho en común
bZ4X y Solterra, que así es como se llama su clon, nacen desde la conocida arquitectura e-TNGA y Toyota ha tenido la voz cantante en la mayor parte de su desarrollo, aunque Subaru también puso su granito de arena en diferentes aspectos, como el de la tracción total de la que hablaremos más adelante.
Sobre esa e-TNGA se sustenta un SUV con 4,69 metros de largo. Y a primera vista nadie diría que es nueve centímetros más largo que un RAV4, pues la verdad es que este Toyota bZ4X parece mucho más compacto. Por si no fuera poco, la e-TNGA le otorga una batalla de 2.850 milímetros, también 160 más que el RAV4. Y eso se traduce en un interior realmente espacioso y donde cinco adultos se pueden acomodar sin problema alguno. Su equipaje no dirá lo mismo, porque los 452 litros que cubica su maletero no son muchos. En concreto son 68 menos que los ofrecidos por un RAV4 PHEV y 91 menos que los de un ID.4, que además es 11 centímetros más corto que el Toyota bZ4X.
Un interior espacioso, de calidad y con tecnología
Al margen de este detalle, es digna de alabanza la calidad de los materiales usados en su interior, los ajustes, la cantidad de huecos para dejar pequeños objetos aunque se les haya olvidado poner una guantera, la ergonomía o el equipamiento de esta versión Style Plus, que cuesta 4.000 euros más que un Advance, pero suma a su dotación de serie elementos como el techo panorámico eléctrico, las luces Multi LED, la visión 360 grados, el volante con calefacción o unas llantas de 20 pulgadas.
Estas últimas implican unos neumáticos en medida 235/50 R20 en lugar de los 235/60 R18 de los Advance, siendo fatales para la eficiencia porque elevan el gasto y restan autonomía hasta el punto de que relegues a un segundo plano el equipamiento extra de este Style Plus. Y es que homologa un gasto medio de 17,8 kWh/100 km por los 16,6 de un Advance. Lo que se traduce en autonomías de 418 y 462 kilómetros respectivamente. Diferencia para tenerla en cuenta.
Mejor elegir un Toyota bZ4X con el acabado Advance… por su gasto
Y si de verdad te lo quieres pensar, apuesta por la versión con un único motor, que eleva esa cifra de autonomía por encima de los 500 kilómetros en el caso del acabado de acceso. Y por si no estás muy convencido, recuerda que además te ahorras 3.000 euros respecto al 4×4, ya que parte de 48.650 euros.
Sin embargo el Toyota bZ4X que ilustra estas páginas tiene sus ventajas, que se salen a relucir en cuanto nos ponemos en marcha, pues sus dos motores ofrecen suavidad, agrado y prestaciones a partes iguales. Entre ambos ofrecen 160 kW (218 CV)de potencia, presentes desde que pulsamos el botón de arranque y que le otorgan sensacionales prestaciones. Aunque sobre el papel, no son muy dispares de las que ofrece un Toyota bZ4X 4×2, cuyo motor delantero eroga 150 kW (204 CV). La ausencia del propulsor trasero en estos le permite ser 115 kilos más ligero que este 4×4, dando como resultado relaciones peso/potencia de 9,65 kg/CV para el 4×2 y de 9,56 kg/CV para el 4×4.
Estas han sido sus prestaciones
MOTOR | Eléctrico 160 kw |
Disposición | 1 delantero y 1 trasero (transversales) |
Potencia máxima | 80+80 kW (109+109 CV= 218 CV) |
Par máximo | 169+169 Nm= 338 Nm (34,5 mkg) |
BATERÍA | |
Tipo de batería | Iones de litio |
Capacidad de la batería (total) | 71,4 kWh |
Capacidad de la batería (útil) | N.D. |
Peso de la batería (kg) | N.D. |
Tiempo de carga (2,3 kW) | 31 horas |
Tiempo de carga (a 11 kW) | 6 horas y 30 minutos |
Tiempo de carga (a 150 kW) | 28 minutos (hasta 80 %) |
TRANSMISIÓN | |
Tracción | A las 4 ruedas |
Caja de cambios | Automática, 1 velocidad |
Modos de conducción | 2 |
DIRECCIÓN | |
Sistema | De cremallera, asistida eléctrica |
Vueltas de volante (entre topes) | 2.7 |
Diámetro de giro (m) | 11,2 |
FRENOS | |
Delanteros | Discos ventilados |
Traseros | Discos ventilados |
Retención al decelerar | 2 niveles |
SUSPENSIÓN | |
Delantera: Independiente de tipo McPherson con muelles, amortiguadores y barra estabilizadora | |
Delantera: Independiente de tipo multibrazo con muelles, amortiguadores y barra estabilizadora | |
RUEDAS | |
Neumáticos – Marca | 235/50 R20 – Bridgestone Alenza |
PESOS Y CAPACIDADES | |
En orden de marcha (kg) | 2.085 |
Longitud/Anchura/Altura (mm) | 4.690 / 1.860 / 1.600 |
Capacidad maletero (l) | 452 |
Velocidad máxima | 160 km/h |
Aceleración (en segundos) | |
400 m salida parada | 15,0 |
De 0 a 50 km/h | 2,6 |
De 0 a 100 km/h (oficial) | 6,8 (6,9) |
Recorriendo (metros) | 109 |
Recuperación (en segundos) | |
400 m desde 40 km/h en D | 13,1 |
1.000 m desde 40 km/h en D | 26,1 |
De 80 a 120 km/h en D | 4,5 |
Recorriendo (metros) | 127 |
Error de velocímetro a 100 km/h | + 2% |
FRENOS (en metros) | |
Desde 60 km/h / A 100 km/h / A 120 km/h | 13,9 / 39,2 / 58,0 |
SONORIDAD (en decibelios) | |
A 60 km/h / A 100 km/h / A 120 km/h | 56,7 / 61,3 / 66,8 |
CONSUMOS | kWh/100 km |
En ciudad | |
A 22,4 km/h de promedio | 14,7 |
En carretera | |
A 90 km/h de crucero | 15,4 |
En autopista | |
A 120 km/h de crucero | 20,8 |
Consumo medio (Porcentaje de uso 30% urbano; 50% autovía; 20% carretera) | 17,9 |
Autonomía media | |
Kilómetros homologados | 398 |
Kilómetros recorridos | 418 |
Consumos oficiales | |
Ciclo mixto (WLTP) | 17,9 |
Pero hasta que no probemos a fondo esta versión de acceso te lo pondremos en perspectiva con un Skoda Enyaq iV con la misma potencia que este Toyota bZ4X de un único motor (la versión de doble motor del checo entrega mínimo 195 kW o 265 CV), que fue 1,8 segundos más lento que nuestro protagonista para acelerar de 0 a 100 km/h. Además recupera de 80 a 120 km/h 1,1 segundos más rápido que el mencionado Enyaq iV con 10 kW (14 CV) de potencia menos.
Eso da confianza a la hora de ganar velocidad y también en caso de tener que adelantar con seguridad en carreteras de doble sentido. Y es que incluso en modo ECO este Toyota bZ4X es rápido. Como alternativa a este programa se ofrece el Normal, una de las diferencias que tiene frente a su alma gemela, el Subaru Solterra, que además suma un modo Power e incluso levas en el volante para poder variar la potencia de recuperación, detalle del que carece este Toyota.
El Toyota bZ4X es muy utilizable fuera del asfalto
Precisamente Subaru se ha encargado de concebir el sistema de tracción total de estos SUV ‘0 emisiones’. Tanto es así que el Solterra solo se vende en versión 4×4 para estar en consonancia con el resto de modelos de la marca nipona. Y para emular al conocido y mecánico sistema Symetrical All-Wheel Drive, pero en modo eléctrico, siempre hace trabajar a sus dos motores para tener tracción total permanente. Eso en arrancadas o cuando se circula por carreteras en malas condiciones es perfecto, pero en el día a día eleva el consumo de energía. Tanto que a 120 km/h ha firmado un gasto de 20,8 kWh/100 km, que son 2,1 kWh/100 km más que lo que medimos al mencionado Enyaq iV. Eso limita su autonomía en vías rápidas a 340 kilómetros en el mejor de los casos. Pero también ofrece una potencia de recarga de hasta 150 kW, pasando del 10 al 80% en 28 minutos.
Buenas prestaciones y una dinámica muy divertida
Eso, además de que el Toyota bZ4X cuenta con un tarado de suspensión que optimiza el confort de marcha, evitando la rigidez de muchos de sus adversarios y ofreciendo un extraordinario agrado. Pero sin sacrificar el comportamiento dinámico, porque en ningún momento se siente pesado y, cuando aparecen las curvas, saca su lado divertido.
Para ello también se beneficia de una dirección rápida y precisa, así como de un motor trasero que se deja sentir para ayudar a redondear las curvas como si de un deportivo se tratase. Solo en estos momentos podríamos echar en falta una suspensión activa, no disponible ni en opción, que ayudaría a minimizar el balanceo de su carrocería, además de un extra en potencia de frenado, porque ha sido el apartado en el que hemos medido datos menos satisfactorios en las pistas de pruebas del INTA. Los 58 metros que demanda para detenerse desde los 120 km/h son 5,8 metros más que los que necesitó un RAV4 PHEV en su día.
55.650 euros cuesta este Toyota bZ4X en concreto
Ese sistema X-Mode también le permite ofrecer ciertas alegrías a la hora de abandonar el asfalto gracias a sus tres modos de funcionamiento: Normal, Nieve-Tierra y Nieve-Barro. De hacerlo, mejor con otros neumáticos que los Bridgestone Alenza que equipaba esta unidad y que están enfocados a sacar sus buenas artes en materia de eficiencia. Y rematan la jugada sus 177 milímetros de altura libre al asfalto, 13 menos que un RAV4, así como los 50 centímetros de profundidad de vadeo. Recuerda que es un eléctrico.
Mientras que en carretera el consumo de este bZ4X es algo más alto que el de algunos de sus rivales, en ciudad y a ritmos más comedidos la verdad es que se iguala bastante, con unas cifras mucho más ajustadas que permiten estirar de forma considerable las cargas de esa batería con 71,4 kWh de capacidad, componente vital y con una garantía de 10 años o un millón de kilómetros. Lo que es una declaración de intenciones por parte de Toyota, cuyo bZ4X también tiene un precio más interesante que el de su alma gemela y que muchos de sus rivales.