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El Porsche 356 C cumple 60 años… y dio origen al Porsche 912

El Porsche 356 nació en 1948 y fue presentado al mundo en el hoy “durmiente” Salón del Automóvil de Ginebra. Se trata de un modelo crucial en la historia del automóvil, que se mantuvo en producción, con constantes evoluciones, hasta 1966.

A finales de 1955 apareció el 356 A, con su característico parabrisas curvado como principal elemento diferenciador (hasta entonces llevaba dos cristales en lugar de uno panorámico como es hoy habitual). Muchas unidades contaban además con las nuevas culatas de cuatro válvulas por cilindro que dieron lugar a la denominación Carrera.

El 356 B le relevó a finales de 1959, con varias mejoras técnicas y motores mejorados, que llegaron a cubicar dos litros, manteniendo siempre el esquema de cuatro cilindros enfrentados dos a dos.

Porsche 356 c 912 11 Motor16

Pero la máxima evolución del Porsche 356 llegaría con la serie C, que cumple ahora su sexagésimo aniversario. El Porsche 356 C contaba con frenos de disco, neumáticos radiales Pirelli y podía montar el motor más potente jamás creado por la marca alemana: el 2.0 Carrera 2 de 71 kW (96,5 CV).

Como homenaje, Porsche ha reunido un 356 C y su sucesor “espiritual”, el Porsche 912, en las páginas de su revista Porsche Klassik. Se trata en realidad de dos unidades pertenecientes a Peter Ellinghorst, un coleccionista aficionado que, tras mucho esfuerzo, consiguió hacerse con un Porsche 356 C para restaurar en un lejano 1991, cuando Peter tenía 20 años. Años más tarde, conseguiría comprar también un Porsche 912 siniestrado que acabó restaurando poco a poco con la ayuda de un amigo.

911 y 912: Los sucesores del Porsche 356

El 911 se lanzó en septiembre de 1964, y estuvo conviviendo con el 356 C durante un año. Tras el cese definitivo de la producción del Porsche 356 C, el 912 tomó su relevo desde un punto de vista puramente técnico, ya que contaba con un motor bóxer de cuatro cilindros que era una evolución del empleado en el Porsche 356 C, a diferencia del 911, que contaba con motores de seis cilindros, a pesar de compartir la carrocería y la arquitectura con el 912.

Porsche 356 c 912 6 Motor16

Aparcados uno al lado del otro (356 y 912), el salto generacional es evidente, pero también hay muchos puntos en común entre estos dos modelos emparentados por su motor.

Preguntado por las sensaciones al volante que transmiten ambos vehículos, Peter Ellinghorst inclina la cabeza de un lado a otro: “Es un poco difícil de decir. Treinta años después de su restauración, el Porsche 356 ya no está nuevo. Por este motivo, el 912 engaña un poco. En todo caso, el 912 tiene mejor chasis y dirección. Es, evidentemente, más vivaz, gracias a su potencia y a la más moderna caja de cambios de cinco velocidades. Sin embargo, hay menos separación entre los dos coches de lo que podrías creer. Los asientos, la postura al volante, ese sonido evocador… Ambos son Porsche, sin lugar a dudas, y se pueden conducir todos los días”.

Así nació el sucesor del Porsche 356

El caso es que cuando llegó la era de jubilar el Porsche 356, no fue fácil plantear cómo debía ser su sucesor. Erwin Komenda, diseñador de la marca, se enfrentó a ese reto a mediados del siglo XX, justo antes de la era espacial.

Porsche 356 c 912 5 Motor16

Desde el punto de vista conceptual, la idea a seguir fue fabricar un 2+2 en lugar de un biplaza, con dos asientos abatibles en la parte trasera y un techo con caída descendente. También había que renovar los motores, ya que no tenía sentido añadir dos cilindros más y conservar la distribución monoárbol de los diseños básicos. 

Así nació el Porsche 901, rebautizado 911 poco después. No obstante, su aumento de precio fue notable. Si el 356 1600 SC Coupé costaba 16.450 marcos alemanes, el 901 elevó la cifra en 5.450 marcos, hasta llegar a los 21.900. Evidentemente, había un hueco entre medias que convenía llenar y, además, los más puristas amantes de Porsche de la época entendían que el motor de cuatro cilindros era preferible al de seis.

Por todo ello, estaba claro que había un hueco para el 912 y su motor de cuatro cilindros, que costaba en la época 16.250 marcos. No obstante, la vida del Porsche 912 fue bastante efímera, ya que su producción cesó en 1969, si bien reaparecería entre 1975 y 1976 exclusivamente para EE.UU.; otro interesante capítulo en la historia de Porsche que merece ser contado aparte.