La industria automovilística trabaja para que el vehículo eléctrico sea también una opción a tener en cuenta incluso en los viajes más largos. Hoy en día, la autonomía continúa siendo un pequeño inconveniente, pero con una adecuada planificación conseguiremos que no se nos resista ningún tipo de desplazamiento. La batería de este tipo de coches resulta un tanto limitada, por lo que debemos prestar una cierta atención a lo que se refiere a los puntos de recarga eléctrica para no quedarnos tirados en el momento menos oportuno.
En función de la distancia que pueda recorrer con una única recarga se podrá plantear o no el viaje. Como es lógico, la salida debe efectuarse con la batería al 100%.
Antes de partir resulta esencial organizar una ruta con los distintos puntos de recarga. Indicaremos los lugares en los que se podrá parar. A diferencia de los vehículos de combustión, no nos resultará tan sencillo localizar espacios de recarga. Los navegadores más modernos ya te calculan la ruta más rápida en función de la autonomía del coche y las estaciones.
Habrá que reparar en otros detalles como la orografía. El consumo es mucho menor cuando se circula por una carretera totalmente llana y a velocidad constante que si lo hiciera sobre un terreno plagado de subidas. En el primer caso habría la posibilidad de usar el modo eco y el freno regenerativo, lo que facilitará la carga de la batería un poco.
Al igual que se sucede con los automóviles de combustión, el peso excesivo también afectará a los kilómetros disponibles Como podemos apreciar, la autonomía queda condicionada a una serie de factores que también deben de valorarse a la hora de organizar la ruta.
Cada vez más vehículos eléctricos
La movilidad eléctrica va en aumento, y el parque de vehículos crece de forma constante en nuestro país. Al término de 2021 había 925.000 automóviles electrificados, a los que sumarían las 84.645 unidades matriculadas en 2022, además de los 37.347 contabilizados hasta abril de este año. Por lo tanto se superaría la barrera del millón.
Al cierre del primer trimestre de este ejercicio acumulaba 20.243 puntos de recarga, aunque existe un compromiso con las autoridades europeas para duplicar esta cifra y acabar el 2023 con 45.000 estaciones de recarga públicos, según el último Barómetro de la Electromovilidad de Anfac.
En las principales ciudades de nuestro país hay disponibles diferentes puntos de recarga, distribuidos por los barrios y distritos, con posibilidad de acceder a carga rápida. Pero otra cosa bien es distinta es lo que ocurrirá una vez que salgamos a la carretera. Se hace imprescindible localizar las diferentes estaciones que nos vayamos encontrando por el camino y planificar el recorrido en función de nuestras necesidades. Por medio de distintas aplicaciones o incluso a través de Google Maps tendremos acceso a este tipo de información.
Tipos de punto de recarga
Los vehículos eléctricos precisan de una fuente de alimentación para cargar sus baterías, y esto es posible gracias a la conexión con un punto de recarga. Básicamente hay que diferenciar entre cuatro modos distintos.
- Modo 1: es el sistema más antiguo y está desapareciendo debido al riesgo de sobrecalentamiento. No cuenta con una comunicación directa entre la toma y el vehículo, además de soportar una carga excesivamente lenta en corriente alterna y con una potencia llega como máximo a 3,7 kW.
- Modo 2: este modelo se asemeja bastante al anterior, sin embargo se presenta como una de las opciones más comunes. La mayor parte de vehículos eléctricos cuentan con este cable de carga, que se diferencia del otro sistema en la intercomunicación que hay entre el coche y el cargador.
- Modo 3: se trata del tipo de recarga más habitual que podemos observar en cualquier aparcamiento público o en la pared del garaje de nuestra comunidad. Consiste en un modo de recarga alterna que ofrece unas mejores prestaciones respecto a los sistemas previos, incorporando un dispositivo wallbox que se adapta en la pared de la instalación y se ocupa de realizar las tareas de protección y comunicación entre el vehículo y la red. Su recarga es monofásica o trifásica, y si el vehículo está preparado será posible cargarlo a más de 72 kW y 400V.
- Modo 4: se identifica con facilidad porque su aspecto se asemeja al tradicional surtidor de gasolina. El cable ya viene incorporado en el propio punto. Destaca por ofrecer un método de recarga a gran velocidad, que ronda en potencia entre los 50 kW (súper rápida) y los 350 kW (ultrarrápida). En la primera media hora conseguirá que se recargue el 70% de la batería.
Hoy en día es posible encontrar aplicaciones especializadas que brindan una información muy útil sobre la movilidad eléctrica. Es el caso de Waylet, en donde además de acceder a todos los puntos de recarga eléctrica públicos de la red Repsol en España, también será posible conocer el estado de cada punto, la disponibilidad, el tipo de carga e incluso formalizar la reserva. Todo ello resultará muy interesante a la hora de planificar cualquier viaje con el coche eléctrico por España, ya que ganarás en tiempo y dinero.
El usuario, además, tendrá a su alcance la mayor red de puntos de carga rápida en estaciones de servicio del Grupo Repsol, pudiendo pagar a través de la app de manera rápida y segura. A ello se le une el ahorro, ya que con cada recarga que se abone con Waylet se podrá generar desde un 3% de saldo hasta un 100% en función del plan de energía que se tenga contratado.
